La Bolsa española registró ayer la mayor caída desde la implantación del corralito griego. Bajó un 2,98% y entró en pérdidas anuales por la debilidad de las economías de China y de Estados Unidos. Uno de los factores que más influyó en el descenso del parqué español fue el tremendo bajón que sufrió la actividad manufacturera en el país asiático que descendió hasta sus niveles más bajos desde 2009.

El principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35 bajó a los 10.271 puntos. Y en el acumulado anual entró en números rojos, con unas pérdidas del 0,08%. No fue la única que descendió. Zurich cayó un 3,36%, París se dejó un 3,19%, Francfort, un 2,95%, mientras que Milán y Londres retrocedieron un 2,83%. Así, con la prima de riesgo en 145 puntos básicos, el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, cayó 315,30 puntos, equivalentes al 2,98%. Estas pérdidas acumuladas del 0,08% anuales llegan tras la segunda peor semana de este ejercicio, al caer un 5,58%.

La Bolsa española empezó el día con una caída superior al 1% y a punto de perder la cota de 10.400 puntos perjudicada por la caída de la actividad industrial en China en agosto a niveles desconocidos desde hace siete años.

Además, Wall Street había bajado el 2,1% el jueves, ya que Corea del Norte había ordenado movilizar sus tropas y las bolsas asiáticas registraban grandes pérdidas: Tokio, el 2,98% (segunda mayor caída del año); Hong Kong, el 1,53% y Shanghai, el 4,27%. Sin embargo, reducía notablemente sus pérdidas a mediodía por la mejoría de los futuros sobre los índice estadounidenses y por algunas noticias económicas favorables, como el avance de la actividad industrial y en el sector servicios en la zona euro y Alemania en agosto (PMI).

La caída de la actividad industrial en Estados Unidos en agosto, que se sitúa en niveles de octubre de 2013, llevaba a que el parqué neoyorquino cayera cerca del 2% y que poco antes del cierre la bolsa nacional perdiera el nivel de 10.300 puntos y liquidara las pocas ganancias anuales que todavía acumulaba.

Todos los grandes valores bajaron: Inditex perdió el 3,38%; Repsol, el 3,27%; Banco Santander y BBVA, el 3,17% cada uno; Iberdrola, el 2,84%, y Telefónica, el 2,48%.

Detrás de estos descensos está que el sector manufacturero chino experimentó en agosto un significativo empeoramiento. A la cola del batacazo de Wall Street de este jueves, las pérdidas se profundizaron y se extendieron por toda Asia como cierre a una semana agitada por los altibajos de los parqués de China y cuando las economías regionales aún tratan de ajustarse al nuevo escenario creado por las devaluaciones del yuan.

La industria de China suma ya seis meses bajo mínimos. "La caída del índice indica que la economía aún está en proceso de tocar fondo", destacó He Fan, economista jefe de Caixin Insight Group, una de las entidades responsables de la encuesta.

No obstante, a pesar del deterioro observado, el experto considera que "la probabilidad de un riesgo sistémico continúa bajo control" y la estructura de la economía "sigue mejorando". En este sentido, el economista de Caixin recomienda al Gobierno chino afinar sus políticas fiscales y monetarias para garantizar la estabilidad macroeconómica.

El Ejecutivo asiático ha llevado a cabo ya tres devaluaciones del yuan para tratar de reanimar su actividad.