¿Cambian los planes con el nuevo ciclo de crecimiento?
Sin duda. El banco tiene la firme decisión de convertirse en el banco de las empresas. Con el nuevo entorno económico y con la situación de liquidez en el mercado, hemos sacado al mercado el plan Compromiso Empresas.
¿En qué consiste?
Somos la primera entidad financiera que pone por escrito una serie de compromisos con sus clientes. Responden a necesidades detectadas mediante un estudio realizado a finales de 2014. Entre ellas está tener una respuesta más ágil a la hora de conceder créditos, no cambiarles el gestor de confianza y que se mantuvieran las condiciones pactadas. En total son seis los compromisos.
¿Qué respuesta tiene eso por parte de las empresas?
Muy positiva. Al principio, de cierta sorpresa cuando contamos a nuestros clientes, pero había coincidencia en que efectivamente se estaban plasmando necesidades y demandas que había en la relación empresa-banco.
¿El crecimiento actual está amenazado?
No podemos abstraernos de la situación del contexto internacional. Hay una serie de incertidumbres, como la bajada de los precios del petróleo o la corrección de la economía china. Más cerca, el estancamiento de la economía europea, la crisis griega, la falta de consenso político con las reformas que tiene que abordar Europa. Son bastantes cuestiones, hasta la fecha el banco ha sabido convertir las amenazas en oportunidades, como demuestra la gestión de la crisis financiera. En 2008, Banco Sabadell tenía un tamaño y tras la crisis hemos integrado ocho nuevas entidades, lo que nos ha convertido en el quinto grupo bancario del país.
¿Quién arriesgue mucho ahora pierde?
En Canarias tenemos una situación de cierto optimismo. La llegada de turistas se mantiene e incluso mejora. Si somos capaces de hacer las reformas que necesita nuestra economía, sentaremos las bases para que haya una recuperación mayor.
¿Se ha notado en el volumen de clientela que corren tiempos mejores?
Sin duda. Lo dicen los indicadores y también los resultados empresariales que estamos viendo. Estamos recibiendo todos los resultados de las compañías el cierre de 2014 y hay una diferencia sustancial con los resultados que presentaban las compañías en 2013 o 2012. Además, se nota en la reactivación de la demanda de crédito. Había proyectos de inversión que no estaban siendo atendidos porque el propio empresario entendía que no era el momento adecuado para ponerlos en marcha y ahora esos proyectos están empezando a abordarse.
¿También se nota en la oferta de crédito?
Ya la situación ha mejorado. Tenemos una situación de exceso de liquidez en el mercado, los tipos están muy bajos y hay incluso una guerra de créditos. Estamos incrementando la financiación para nuestros clientes y siempre hablo de empresas, pero en el segmento de particulares también hemos crecido mucho, por encima del 25% en nuevas operaciones. Hay una demanda real de crédito y una predisposición del banco para concederlo.
¿En esa guerra de créditos se respetan las líneas rojas dibujadas por la crisis?
Claro. Además, este banco ha tenido una gestión de la inversión crediticia siempre muy prudente y no vamos a traspasar ninguna línea que ponga en peligro la rentabilidad ni la capacidad de devolución de nuestros clientes.
¿En qué medida la compra de entidades extranjeras en los últimos años les da ventaja?
La estrategia de internacionalización forma parte de la vocación del banco desde sus orígenes, es una de nuestras fortalezas. Somos líderes en negocio internacional por productos y por asesoramiento y tenemos una red de oficinas de representación muy amplia. Cuando los empresarios se desplazan a países en los que no conocen la cultura o la manera de operar, el banco les presenta servicios de asesoramiento y contamos, además, con nuestra red de filiales y participadas. En esta red hay que incluir la compra del TSB, aprobado definitivamente en junio. Evidentemente eso nos posiciona y nos fortalece , porque permite que una parte del balance del banco ya no dependa exclusivamente de la economía doméstica, sino también de otras economías, con ciclos económicos y otros factores.
¿Los incentivos que ofrece Canarias son suficientes para atraer la inversión extranjera?
Tenemos una posición geográfica privilegiada y eso hace que podamos servir de base logística para las compañías de capital extranjero que se quieran instalar o quieran operar básicamente con un mercado africano. Vamos a ver si somos capaces de rentabilizar esa base que ya tenemos para que las compañías se puedan desarrollar, pero habrá que seguir incrementando la seguridad jurídica y el nivel de comunicaciones con África que bajo mi punto de vista es una de nuestras grandes debilidades.
¿Están preparados por si se produce un desembarco de capital extranjero?
Lo estamos. Tenemos esa presencia internacional, vocación internacional, somos líderes en negocio internacional y la red de oficinas está preparada para poder dar una respuesta rápida a cualquier inversor.
¿Entran proyectos para rehabilitar la planta alojativa?
Es algo que sí se viene notando ya desde 2014.
