La recuperación del crecimiento económico ganó fuerza durante el segundo trimestre del año principalmente gracias al consumo de los hogares, el renglón del producto interior bruto (PIB) que ha mostrado una evolución más favorable desde que en 2013 el país saliera de la situación técnica de recesión. El PIB español avanzó en el periodo citado a un ritmo trimestral del 1%, el más vigoroso desde principios de 2007, antes de la crisis. Según las predicciones más recientes del observatorio Hispalink, la economía canaria continúa creciendo por encima del ritmo que presenta el conjunto del país.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que la economía española se aceleró entre los meses de abril y junio, con un avance trimestral superior en una décima al observado al comienzo del ejercicio. En tasa anual, ese comportamiento supone un crecimiento del 3,1%, que mejora en cuatro décimas el del periodo enero-marzo y se traduce en una creación de empleo equivalente a 477.000 puestos de trabajo a jornada completa.
España crece propulsada por el motor de la demanda interna, suma de las aportaciones del consumo de los hogares, la inversión y el gasto público. El aumento de la ocupación laboral y, presumiblemente, la mejora de la confianza de los consumidores explican que el gasto de las familias haya aumentado a ritmos interanuales del 3,5% durante los dos últimos trimestres. El consumo privado representa casi el 58% del PIB nacional.
El gasto público también adquirió protagonismo la pasada primavera. Según la contabilidad nacional, los desembolsos de las administraciones aumentaron el 1%, la mayor velocidad desde principios de 2010, justo antes de que, a raíz de la crisis de deuda soberana en Europa, comenzaran los recortes. Tal incremento coincidió con las elecciones autonómicas y municipales del pasado mayo.
La inversión, otra de las patas de la demanda interna, también presenta resultados positivos. Se observa una mejora durante este año de la inversión en activos fijos de las empresas, fruto de las reposiciones o ampliaciones de equipamiento, y cierta aceleración en la inversión dentro del sector de la construcción. Pierde algo de fuerza, en cambio, la inversión en bienes de equipo, la más pegada a la marcha de la industria.
El sector exterior (saldo entre las exportaciones e importaciones de bienes y servicios) vuelve a descontar en el PIB (-0,2%), si bien lo hace dos décimas menos que en el trimestre precedente. Las ventas de las empresas españolas en el exterior crecieron a tasas del 6% anual, favorecidas por la depreciación del euro y la contención de los salarios (el coste laboral unitario bajó el 0,1%). Pero han crecido más las importaciones (7,2%), asociadas al incremento del consumo y a la inversión en equipos. De ahí que persista la "aportación negativa" del sector exterior al crecimiento.
Desde la óptica de las rentas, la cuenta del PIB conocida ayer indica que la recuperación está llegando menos a los salarios que los beneficios empresariales. La remuneración por asalariado aumentó sólo el 0,2%, si bien las rentas del trabajo aumentan de manera agregada el 3,3% gracias al aumento del empleo. El llamado excedente de explotación bruto y las rentas mixtas, que comprende las ganancias de las sociedades y de los autónomos, avanza el 3,4%, una décima más que la masa salarial de los españoles.
En ese contexto nacional, el PIB canario pudo crecer en el segundo trimestre el 2,8% interanual, según recientes estimaciones de Hispalink. Las predicciones de este grupo de expertos indican que la economía regional avanza a un ritmo más intenso que el conjunto de España y también apoyada en los servicios, que crecen por encima del 2% interanual gracias al consumo, y en una mejora de la industria. La construcción también ha comenzado a aportar crecimiento en el Archipiélago, siempre según los analistas de Hispalink.
