Unas 300 personas, entre fami-liares, amigos y vecinos, despidieron ayer en Rota (Cádiz) a José María Ruiz-Mateos. El funeral fue oficiado por el obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos. Tras la eucaristía, el cuerpo del em-presario fue enterrado en el columbario que él mismo hizo construir en la iglesia de Nuestra Señora de la O. Varios hijos del fundador de Rumasa introdujeron a hombros el féretro en la iglesia cubierto con el manto de la hermandad de Las Tres Caídas de Jerez, como muestra la imagen a derecha de estas líneas. La viuda del empresario jerezano, Teresa Rivero, estuvo arropada por once de sus trece hijos. Los dos que faltaban están encarcelados.
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