El Fondo Social de Vivienda se ampliará en 3.000 casas, con lo que en total serán 9.000 las que estarán adscritas a este plan, según el acuerdo que ultiman las entidades financieras y el Ministerio de Economía.

Según adelantó ayer Expansión, durante este verano el Ministerio de Economía se reunió con las principales entidades financieras del país a fin de que aportaran alrededor de un 50% más de los pisos que han destinado hasta la actualidad a este programa para familias en especial situación de vulnerabilidad por la crisis económica

A finales de junio, el ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó que ya se había adjudicado prácticamente la mitad de las viviendas del Fondo Social, que está dotado con unas 6.000.

El Fondo Social de Vivienda se puso en marcha en enero de 2013, y en su inicio estaba dotado con 5.891 viviendas procedentes de la cartera inmobiliaria de las entidades bancarias.

El objetivo de su puesta en marcha era asistir a colectivos vulnerables ofreciendo alquileres reducidos de entre 150 y 400 euros al mes. Sus destinatarios principales son familias numerosas, monoparentales con dos o más hijos a cargo, con algún miembro discapacitado, sin ayudas por desempleo o que incluya a algún miembro víctima de violencia de género. Personas desalojadas de su vivienda habitual por impago de la hipoteca a partir del 1 de enero de 2008, con unos ingresos por unidad familiar cuyo límite es tres veces el Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples calculado por 14 pagas (22.365,42 euros en 2015).

Aunque en un principio debía concluir en enero de este mismo año, el Gobierno central ha decidido prorrogar el plan un año más, hasta enero de 2016, al tiempo que ha flexibilizado los requisitos que venía exigiendo y ha ampliado los colectivos que pueden acogerse a él.