El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato defraudaba también a la Hacienda Pública ingresos por su asistencia a diversos congresos y conferencias que, a través de la sociedad Arada, acababan en Vivaway, una firma constituida en Reino Unido y administrada desde el paraíso fiscal de la Isla de Guernsey. Ésta es una de las conclusiones a la que llega la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) en su informe sobre la fortuna del exministro de Economía, según desveló el titular del juzgado de instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal. A partir de ahí el dinero pasaba de Vivaway a Kradonara 2001, otra empresa de Rato con sede en España, que recibía estos ingresos y otros para acabar manteniendo la mercantil alemana Bagerpleta GmbH, que explota un hotel en Berlín en el que Rato posee un 50 %. Esta misma sociedad ha recibido también 100.000 euros de Telefónica y otros 1,05 millones cuyo origen se desconoce, directamente a través de Vivaway y Kradonara, el epicentro del entramado societario de Rato.