Tres de las principales empresas de capital canario critican que la Administración pública disuada más que ayude a promover nuevos proyectos de inversión en las Islas porque las " reglas del juego" no están claras y se superponen las competencias y la legislación entre los diferentes niveles administrativos. Los representantes de Binter, Lopesan y Astican creen que la intervención de las instituciones deben ser la menor posible y esperan que el Ejecutivo que preside Fernando Clavijo, con Pedro Ortega al frente de Economía e Industria y conocedor del sector, facilite las cosas a las empresas.
El presidente de Binter, Pedro Agustín del Castillo, hizo hincapié en la duplicidad de competencias entre las administraciones y la confusión que eso genera a los inversores, por lo que demandó "reglas del juego claras". El consejero delegado de Lopesan, Francisco López, comentó que Canarias "tiene una política urbanística y territorial pensada para disuadir a cualquiera que quiera poner en marcha nuevos proyectos". Por su parte el vicepresidente ejecutivo de Astican, Germán Suárez Calvo, lanzó que "la Administración cuanto más lejos mejor".
Los directivos de las tres empresas participaron ayer en una mesa de debate en las jornadas Reindustrializar para ganar, organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la consultora Deloitte. Los tres expusieron sus nuevos proyectos, algunos de ellos ralentizados debido a problemas burocráticos y administrativos. Es el caso de dos hoteles que promueve Lopesan en el sur de Gran Canaria o una nueva instalación que impulsa Astican en el Puerto para el arreglo de artefactos y naves en aguas profundas.
En la misma línea también se pronunciaron los dos principales directivos de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Eugenio Castillo y Andrés Calvo. Éste último, vicepresidente de los industriales, se preguntó si realmente al Gobierno canario le interesa que haya industria en las islas: "la Administración ha estado muy lejos del sector pero muy cerca cuando se trata de frenar proyectos", criticó. Castillo, actual presidente, se quejó de la excesiva regulación que existe sobre el territorio y aposó por "desregular para regular" ante el exceso de intervencionismo de todas las administraciones públicas.
Nuevos nichos de negocio
Las jornadas incidieron en la necesidad de incrementar el peso del tejido empresarial canario en el sector industrial, con el fin de que pase del 8% al 10% del PIB en los próximos años. Se trata de una estrategia marcada por la Unión Europea y por el Gobierno central como una de las vías para consolidar la incipiente recuperación de la economía, ya que se trata de un sector donde predomina la mano de obra cualificada, puestos de trabajo estables y una remuneración por encima de la media.
En el caso de Canarias, los industriales apuestan por nuevo nichos de negocio. Entre estas nuevas vertientes se encuentra el reciclaje de residuos, las energías renovables y la industria auxiliar que se puede generar en este subsector, el autoconsumo y la biotecnología. Sin embargo, esta diversificación del sector industrial isleño tiene dificultades. Según Eugenio Castillo, hay cosas "que se están haciendo muy mal" por parte de la Administración por "desconocimiento" y "posiciones políticas" que entorpecen el desarrollo de nuevas vías para el desarrollo industrial.
Los representantes de Asinca también se quejaron de los problemas existentes para que "el talento" que se genera en las universidades canarias "salga al mundo real". En este sentido, Asinca demanda una regulación de las patentes para los diseños preindustriales y la reorientación de los procesos de digitalización del sector -la llamada industria 4.0- con el fin también de acceder a los fondos europeos RIS3, que se conceden a proyectos de innovación en los procesos industriales. Para los dirigentes de Asinca "las universidades se tienen que poner las pilas ya porque no se trata de los que ellos quieren sino de lo que las empresas necesitan".
Estos problemas en el desarrollo y aplicación de los programas que se desarrollan en las universidades destinados al sector contrasta con el nivel de formación de los universitarios canarios. Los representantes de las tres grandes empresas canarias sí valoraron el nivel de los ingenieros y técnicos que salen de los centros universitarios de las Islas. Un ejemplo de ello lo expuso el vicepresidente de Astican, Germán Suárez Calvo, ya que con la llegada del gigante noruego Rolls Royce al Puerto de la Luz y de Las Palmas la gran mayoría de los profesionales que se están formando son canarios o formados en las universidades canarias.
También expusieron en las jornadas el presidente del grupo Montesano, Martín García Garzón, y el consejero delegado de Disa Gas, Santiago Rull. El primero de ellos, un veterano de la industria alimentaria en las Islas, se quejó de que las grandes marcas nacionales venden sus productos hasta un 40% más baratos en Canarias que en la Península, lo que genera una "distorsión" en el mercado contra el que deben luchar los industriales canarios.
Por su parte, el representante de Disa afirmó que, después de 83 años en las Islas, la empresa apuesta por el desarrollo industrial de las Islas con fuentes de energía como el butano, el propano a granel, el aire propanado o las energías renovables. Rull valoró la capacidad del personal de Disa y los proyectos de innovación como apuesta estratégica de la empresa.
