El Consejo de Ministros aprobó ayer el real decreto sobre autoconsumo energético, una de las últimas piezas del puzzle de la reforma eléctrica que ha desarrollado el Gobierno del PP a lo largo de la legislatura. Canarias, igual que Baleares, quedará exenta de contribuir a los costes generales del sistema eléctrico, al contrario que los autoconsumidores -comunidades de vecinos o pymes- que en la Península instalen medios de producción de energía limpia y lo enganchen a la red para verter el excedente o venderlo. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, reconoció que la exención para los territorios extrapeninsulares es necesaria, ya que el coste de producir electricidad en ambos archipiélagos es "hasta cuatro veces superior" al continente. "Son sistemas que son islas energéticas y el autoconsumo es un sistema de reducir el coste de generación en ellos", señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El Gobierno canario, que ha negociado con Madrid durante meses para que no se bloqueara el autoconsumo en las Islas y que este no estuviera gravado, intenta ahora blindar esta exención introduciéndola en la actualización de los aspectos económicos del Régimen Económico y Fiscal (REF) que actualmente se discute con los estamentos del Estado.

Soria explicó que el autoconsumidor no pagará el importe de la energía, ni los impuestos, ni los peajes, siempre que la instalación no este "enganchada a la red", pero sí que contribuirá como cualquier otro consumidor a los costes de partidas como el sistema eléctrico, el déficit eléctrico acumulado, los gastos extrapeninsulares, los incentivos a las renovables y los pagos por capacidad.

En un comunicado, el Ministerio de Industria indica que, en el supuesto de que los consumidores no contribuyeran a estos costes del sistema, "estos deberían repartirse entonces entre el resto de consumidores que no autoconsumen, elevando así su factura", situación que sería "injusta, puesto que los costes generales del sistema nada tienen que ver con el hecho de que se esté autoconsumiendo o no", y "regresiva", ya que serían los consumidores "más vulnerables" los que tienen más dificultades en autoconsumir.

El reglamento introduce, además, otra exención: los pequeños consumidores de potencia contratada hasta 10 kW.

Según indicó Soria, el nuevo marco para el autoconsumo reconoce dos modalidades, una primera que supone tener una instalación sólo para autoconsumir, que no podrá ser de más de 100 kilovatios de potencia, mediante la que se podrá verter a la red el sobrante de electricidad pero no podrá ser vendido.

Mientras que la segunda modalidad, para instalaciones de más de 100 kilovatios de potencia, permitirá verter y vender el sobrante, pero para ello se deberá estar inscrito en el registro de productores de electricidad. El precio al que se comprará la energía será al precio horario del momento en que se está vertiendo esa energía.

Ayer un total de 20 organizaciones de ámbitos como el consumo, el ecologismo, asociaciones empresariales, cooperativas y fundaciones suscribieron un comunicado en el que "claman" contra el decreto al gravar la autogeneración de energía y su almacenamiento.