El mundo de la viticultura "engancha", admite la gerente de Bodegas Tunte, Diana Bordón. Llevaba años detrás de la pantalla del ordenador cuando descubrió que lo que al principio era sólo un hobby se ha convertido en una pasión. Nunca imaginó que iba a estar "tan metida de lleno" en el cultivo de la vid hasta el punto de que se ha formado como sumiller. Y ahora es capaz de descubrir el aroma, el color y saber si un vino es joven o está envejecido con sólo cerrar los ojos, coger una copa y oler.
Esta bodega se creó en 1998 debido al entusiasmo de sus dueños por la crianza de los vinos, pero realmente nunca se llegó a comercializar, sino que se empleaba para consumo entre amigos y familiares. La finca, de 35.000 metros cuadrados, está ubicada en una zona privilegiada del Barranco de Las Tirajanas, a 900 metros de altura sobre el nivel del mar, por lo que goza de un clima seco durante y el día y húmedo por la noche, ideal para producir una uva de calidad. En esta campaña que ha llegado a su fin han recogido unos 17.000 kilos. La vendimia se realizó de noche para obtener uvas más frescas y que la fermentación sea más lenta. Con ello se consiguen sabores y aromas "mucho más potentes", enfatiza Bordón.
Su vino estrella es el Oro Blanco de Tirajana, que en estos tres años ha ganado varios premios. Aparte del mercado interior, se exporta a Madrid y Valencia y próximamente a Cádiz. La filosofía es "ir abriendo puertas poco a poco", defiende esta ejecutiva, que aboga por fortalecer la unión de las bodegas de la isla para impulsar la marca Gran Canaria fuera del Archipiélago.
De aromas a miel con toques de fruta madura y cítricos, el cuidado de este vino joven llega incluso al diseño de la botella, que rompe cánones. De diseño francés llamado Nairobi y serigrafiada, su dibujo no es casual. Traza un verode, un pájaro canario, hojas de parra y las montañas de Amurga que rodean los viñedos. Su creación hace que quien tenga esta botella en las manos sienta que posee "un trocito de Gran Canaria", describe Bordón, que lleva también el área de marketing y eventos, y destaca que se embotellan 10.000 botellas al año.
Para dar un nuevo empujón a la bodega, se ha fichado al enólogo gomero Alberto González Plasencia a fin de crear dos nuevos vinos que despierten los sentidos.
González ha sido galardonado como segundo mejor enólogo de España y décimo del mundo - en el Master Wine Challenge celebrado recientemente en Portugal-. Fue director técnico y enólogo de Bodegas Timanfaya, Stratvs, La Vegueta, Tamargada, y enólogo de Bodegas Rubicón. Ahora trabaja también para la bodega Adegas Moure, en Lugo.
Bajo su supervisión, Bodegas Tunte empezará a comercializar posiblemente a partir de diciembre un malvasía seco para satisfacer las demandas del mercado y un vino dulce con la variedad Moscatel de Alejandría, "pura golosina" para los labios. El secreto mejor guardado de ambos caldos es su nombre.
