Cuando el último día de este año quede cerrado el registro en el que deben inscribirse los promotores eólicos que pretenden acceder a la retribución específica con que se intenta incentivar el incremento de energías limpias en Canarias, no se habrá cubierto ni la mitad del cupo de 450 megavatios. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, descartó ayer ampliar el plazo y serán muchos los proyectos que para entonces no cuenten con la preceptiva declaración de impacto ambiental.
"Pensamos que es un periodo más que suficiente", señaló Soria. Sin embargo, los cálculos más optimistas frenan en los 270 megavatios, mientras que los más pesimistas apenas alcanzan los 180. Según fuentes del sector, los parques que logren estar dispuestos a fin de año sumarán una potencia más cercana a la última de esas dos cifras.
Aun así supondrán un incremento notable de energías limpias en el mix energético del Archipiélago. Tanto es así que el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias, Pedro Ortega, afirmó que la presencia de energías "se va a duplicar" en Canarias durante el próximo año hasta que suponga entre el "22% y el 23%" del total. El responsable autonómico del sector energético mostró su esperanza en que "el esfuerzo" realizado en los últimos meses entre su departamento y el de Medio Ambiente "dé sus frutos".
Voluntad no falta por ninguna de las partes, pero el tiempo se agota. Gráficamente, el presidente de la Asociación Eólica de Canarias (Aeolican), Rafael Martell, lo explicó como "hacer trampas jugando al solitario". En otras palabras, el establecimiento de plazos y las dificultades para cumplirlos impide que se complete el cupo de los 450 megavatios, cuando lograrlo es positivo para las arcas públicas y el medio ambiente.
El tercer actor en esta escena es Red Eléctrica de España (REE). Desde el operador del sistema eléctrico que preside José Folgado se ha asegurado en reiteradas ocasiones que las subestaciones por las que los aerogeneradores verterán la energía a la red llegarán a tiempo. Eso sí, quieren garantías de que las infraestructuras van a utilizarse, que se van a poner en pie los parques eólicos anejos y, por tanto, van a poder ser amortizadas mediante los consiguientes peajes.
Desde la Asociación Canarias de Energías Renovables se aspira a que "haya una prórroga", según afirmó ayer su presidente, Enrique Rodríguez de Azero. Esa pretensión choca frontalmente con las afirmaciones del ministro Soria, quien advirtió de que el actual plazo constituye precisamente un periodo de gracia. El año pasado el registro ya estuvo abierto, con tan escaso éxito que hubo que volver a habilitarlo en este y con una notable rebaja de la tramitación a cubrir.
El temor del sector es que todos los proyectos que no lleguen a tiempo dependerán de posteriores procesos de subasta, algo que a juicio de Rodríguez de Azero constituye "una mala idea". Para el presidente de ACER, ese sistema no tiene sentido en un territorio pequeño que, por tanto, concentra las restricciones medioambientales tanto para los propios molinos como para las infraestructuras de evacuación de la energía a la red.
Los empresarios se reúnen hoy con Pedro Ortega, quien les informará del avance de las gestiones en el departamento de medio ambiente toda vez que el nuevo Gobierno regional se ha conjurado para poner en servicio el máximo número posible de parques. Será el momento de ir perfilando un recuento definitivo de los megavatios que van a llegar a tiempo antes de que se baje la persiana de la retribución específica.
Además, el lunes de la semana próxima están citados en el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para concretar con REE cuáles son las subestaciones que corren más prisa. Los parques deben estar en funcionamiento antes de que finalice el año 2018.
