La canciller alemana, Angela Merkel, cree que la marca Made in Germany no ha quedado dañada por el escándalo de la manipulación en las emisiones de motores diesel de Volkswagen, aunque apremia al grupo automovilístico a actuar con transparencia para superar su crisis.

"La compañía puede superar esa situación si aclara lo ocurrido con transparencia y organiza sus estructuras para que algo así no vuelva a suceder", apuntó la canciller, en su mensaje semanal por vídeo, centrado en la posición de la industria alemana.