El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, aseguró ayer que la entidad financiera está perdiendo el 93% de los juicios civiles que se celebran por las demandas presentadas por accionistas contra su salida a Bolsa, y que en total, han recibido unas 6.000 sentencias desfavorables por este motivo. Sevilla explicó que la evolución de las demandas que se presentan contra la entidad por su salida a Bolsa es "creciente", consecuencia de las campañas mediáticas que se han puesto en marcha. El importe de las sentencias en contra de la salida a Bolsa de Bankia alcanza los 60 millones de euros.

Bankia presentó ayer sus resultados trimestrales, con un beneficio hasta septiembre de 855 millones de euros, el 7,3% más interanual. El consejero delegado afirmó además que la entidad no piensa en fusiones, ya que tiene un proyecto que "por tamaño, fortalezas relativas y capacidades de red" puede tener recorrido y mantener su "vocación" de ser un grupo independiente. Sevilla subrayó que por las ayudas públicas que se concedieron a Bankia en su día, el banco, bajo control publico en un 63,3%, no tiene opción de integrar a otras entidades, una limitación que se extenderá hasta 2017. "Como no tenemos la ocasión, no tenemos la tentación", resumió.

En cuanto a la posibilidad de que se produzcan nuevas concentraciones en el sector financiero tras la última oleada de fusiones derivada de la crisis, el directivo ha indicado que el actual entorno de bajos tipos de interés provocará presiones en las cuentas de resultados de las entidades, lo que llevará a consolidaciones para reducir costes o mejorar eficiencia.

Según informó la entidad a la CNMV, en el tercer trimestre del año ganó 300 millones de euros, un 3,5% menos que en los tres meses anteriores, tras eliminar las cláusulas suelo de las hipotecas, mientras que el resultado atribuido de BFA, su matriz, ascendió a 1.559 millones, un 63,2% más que un año antes.

En las cuentas de Bankia, que son las que realmente reflejan la evolución del negocio, el margen de intereses fue de 2.075 millones, un 4% menos, aunque si se excluye la aportación de los bonos de la Sareb, el banco malo, que ahora ha sido sensiblemente menor, el margen de intereses habría subido.