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Canarias Caja Rural saca a concurso las obras de su nueva sede en Triana

Empresas canarias y nacionales se interesan por hacerse con el proyecto

Fachada de la sede de Canarias Caja Rural Cajamar en la calle Triana de la capital grancanaria. JOSÉ CARLOS GUERRA

Empresas canarias y nacionales ya han mostrado su interés por hacerse cargo de las obras de reconstrucción del interior del histórico inmueble de la calle Mayor de Triana, 82 que se convertirá en la nueve sede de Canarias Caja Rural Cajamar. La cooperativa de crédito agrícola de la provincia de Las Palmas dio inicio ayer al periodo de 30 días durante el que podrán presentarse los proyectos. El comienzo de los trabajos está previsto para los últimos días de enero o los primeros de febrero.

Cuando se cierre el plazo de recepción de ofertas, los técnicos de la entidad dispondrán de quince días para tomar una decisión. Según señaló un portavoz de Canarias Caja Rural Cajamar, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria les ha solicitado que la actividad de la constructora que resulte elegida no comience antes de que terminen las fechas navideñas.

La remodelación prácticamente integral del inmueble y su ubicación dificultan los trabajos. El carácter eminentemente comercial de la vía impide los movimientos de grandes volúmenes de materiales mientras las tiendas permanecen abiertas. También cuando los vecinos descansan. A ello se añade el mayor trasiego que registra Triana en las navidades para entender la solicitud del Consistorio de desplazar temporalmente los trabajos.

En cualquier caso, ya la propia rural de la provincia oriental acumulaba un pequeño retraso. La apuesta por inaugurar cuanto antes las sedes de la plaza Weyler -Santa Cruz de Tenerife- y Tacoronte motivó que los técnicos de obras se apartaran de forma momentánea del proyecto para la nueva sede.

Los arquitectos grancanarios Ancor Suárez y Leticia Romero ejercerán la dirección de obra para llevar a buen puerto el proyecto del estudio almeriense de arquitectura J2. A pesar de la complejidad del desarrollo de los trabajos, los encargados de velar por que el resultado coincida con el diseño trazado explicaron que las dificultades no superarán a las que se pueden encontrar en cualquier inmueble situado en una zona de similares características.

Canarias Caja Rural Cajamar compró en 2014 el edificio a la Cámara de Comercio de Gran Canaria por 7,7 millones de euros. Esta la había adquirido a su vez a La Caja de Canarias, que tuvo en dicho inmueble su sede durante buena parte del siglo XX.

Las oficinas centrales de la cooperativa de crédito agrícola se trasladarán hasta la céntrica vía capitalina desde su actual ubicación en la calle Nicolás Estévanez. Además, cuando terminen las obras, el inmueble se convertirá en sede institucional y dispondrá de espacios para uso social.

El proyecto de J2 pasó por la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de la ciudad por tratarse de un edificio de interés ambiental, lo que determina la absoluta protección de algunos elementos como la emblemática fachada. De hecho, la inspección del interior determinó que realmente es lo único que queda en el mismo estado que cuando se incluyó en el catálogo del Plan de Protección y Reforma Interior (Prepri), el resto se ha desvirtuado en las sucesivas remodelaciones.

Las necesidades de la entidad obligan a que el interior quede dividido en tres bloques: oficina bancaria, servicios centrales y una tercera que puede quedar dispuesta para el alquiler, con acceso particular, en caso de que sobre espacio para el negocio bancario.

Además, se abrirá un patio interior para favorecer la entrada de luz natural, algo que dificulta la estrechez y profundidad del edificio.

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