Se siente cómodo el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, en el rol de punching ball. Le gusta que le digan todo lo que se está haciendo mal al modo en que un recién llegado consejero delegado de una empresa privada encarga una auditoría para crecer desde el punto en que ha encontrado el negocio. Ayer se encerró en un ring dialéctico con ocho emprendedores de las Islas que le explicaron la cantidad de obstáculos que encuentran en su camino para prosperar y consolidarse como empresas netamente canarias.
Clavijo encajó como un fajador mientras anotaba una por una las trabas con su consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega, justo al lado. Al fin y al cabo este es el llamado a deshacer los mil y un entuertos que como hombre de empresa ya ha padecido en carne propia.
Los citados para la ocasión tampoco ahorraron en explicaciones sobre las ayudas que han tenido, que también las ha habido. Entre lo uno y lo otro, resultó que lo más llamativo fue conocer sus logros, algunos espectaculares. Por ejemplo, ¿alguien imaginaba que parte del Campeonato del Mundo de Moto GP que se anotó Jorge Lorenzo pasó -solo en parte, sí- por las manos de un palmero? Y más alucinante aún, ¿que todo partió del estudio de la caligrafía del piloto mallorquín?
Nombre comercial
Grafotelemetría Cognitiva se llamaba la empresa de Andrés Sanfiel hasta que alguien en el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) le convenció de la necesidad de crear un nombre comercial rápidamente identificable. El proyecto no ha nacido ayer. De hecho, ya tiene clientes en Polonia, México o Guatemala.
Volvamos a Lorenzo. Resulta que Sanfiel y su equipo trabajaban en Palma de Mallorca, en la escuela de pilotos de Chicho Lorenzo, el padre del campeón. Hacía escribir a las jóvenes promesas, estudiaba las debilidades a través de su escritura y diseñaba entrenamientos caligráficos para potenciar en cada uno aquellas habilidades que les eran más esquivas. Hasta el mediático Eduardo Punset se trasladó allí para conocer el tema.
Lorenzo padre remitió a Lorenzo hijo la cuestión y este se puso en manos de B-Graffos. Total, ¿qué podía perder con ello? Sanfiel lo contó ayer como quien no quiere la cosa, casi al final de la reunión, ufano, pero con la modestia de quien aún está en la fase de despegue. Ahora el proyecto cuenta con su correspondiente aplicación para que los entrenadores tengan referencia de la evolución de sus pupilos a través del simple uso de una tableta.
Sainfel lamentó la escasa cultura de business angels que existe en las Islas. La poca atención que las empresas capitalizadas y ampliamente consolidadas de las Islas prestan a startups cuyo fracaso no haría ni pestañear a sus cuentas de resultados y que, por el contrario, pueden contribuir de manera definitiva a la diversificación de sus inversiones y reportarles notables éxitos.
También envió un recado a la Universidad de La Laguna (ULL) por la poca fe que le ha tenido mientras en Perú le esperan con los brazos abiertos, circunstancia esta del no ser profeta en su tierra a la que no son ajenos el resto de emprendedores reunidos ayer.
A Gloria Eisman (Lightbee), cuando en el Archipiélago le bajan la moral, en Europa se la levantan. Ella juega con la luz, entendida la aseveración como que la utiliza como quiere. Su proyecto es capaz de utilizar los haces que ya existen "para la comunicación con los objetos". ¿Que como se come? Se entiende mejor al escucharle explicar que le han encargado la comunicación de agentes de policía punto a punto aprovechando la luz para huir de las radiofrecuencias siempre dispuestas para que los malos escuchen.
Como investigadora que es no entiende cómo el papeleo tiene tan escasa cintura que no le permite explorar los caminos que se abren al paso de sus pesquisas. Que si dice que va centrarse en el mundo de lo blanco, ni por asomo se le ocurra ir al mundo del gris marengo porque se coloca en el lado proscrito.
Se lo hizo saber al presidente, al que también le llovieron peticiones para mejorar la fiscalidad del cine para no tener que esperar a encontrar socios al último año y para hacer posible el comercio electrónico en las Islas, que muy europeas son pero a veces Europa lo olvida.
