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Estados Unidos nos anticipa la Navidad

Las grandes superficies adelantan a mañana el 'Black Friday' y lo alargan durante cuatro días - Triana centrará el viernes la actividad del pequeño comercio

Escaparate de un comercio de la calle Triana de la capital grancanaria. J. C. CASTRO

El comercio recupera el pulso que tan maltrecho le dejó la crisis. La lenta recuperación económica va repartiendo capacidad de renta a los consumidores y los empresarios no están dispuestos a dejar escapar ninguna ocasión que les devuelva, al menos en parte, el terreno perdido en los años más oscuros. El Black Friday (Viernes Negro en su traducción literal) es buena prueba de ello. Esta tradición estadounidense llegó a España hace tres años para crecer y quedarse. Es el anuncio del inicio de las compras navideñas, si bien los más puristas advierten de que en realidad es la ocasión para deshacerse del stock, precisamente para colocar en los escaparates los productos destinados a las festividades del último mes del año. Descuentos de hasta el 70% esperan por un comprador.

Cada vez son más los comercios de la calle Mayor de Triana de la capital grancanaria que se apuntan a este viernes de locura que, en traslación de la influencia norteamericana tiene lugar en la fecha posterior al Día de Acción de Gracias. Las tiendas de una de las vías comerciales por antonomasia de Las Palmas de Gran Canaria abrirán hasta las doce de la noche. "Se espera la afluencia típica de Good Night Triana", explicó el presidente de la Federación Empresarial de Comercio de Las Palmas (Fedeco), Eugenio Sánchez.

Cuatro días

Mientras el pequeño comercio concentrará en ese día toda su actividad, las grandes superficies comerciales multiplican la jornada por cuatro. Jueves, viernes, sábado y domingo serán los días en los que los consumidores encontrarán las ofertas en los expositores. "Es una fórmula de éxito que tiene una muy buena acogida", reseñó el secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), Álvaro Rojas.

Sánchez es de los que opina que este día en el que se incentivan las compras a través de las ofertas responde a la necesidad de sacar las existencias que aún permanecen en el almacén, es decir, limpiar el stock para dejar camino libre a la mercancía que tiene por destino mayoritario convertirse en regalo. Sea de ese modo u otro, lo cierto es que el Black Friday, como también ocurre en Estados Unidos, se ha convertido en el "pistoletazo de salida", en definición de Rojas, para arrancar la tarea de completar la lista de compras navideñas.

Los descuentos que se ponen al alcance de los ciudadanos ayudan a llenar de bolsas las calles de las ciudades. Algunos productos se ofertan con rebajas de hasta el 70%. No son los más numerosos y su función es atraer la atención de los compradores. "En cualquier caso, las reducciones de precios siempre son mayores a las que presentamos en las campañas de rebajas", afirmó el presidente de Fedeco.

Las organizaciones de consumidores celebraron la posibilidad de que los ciudadanos puedan llevarse a casa productos por un precio menor al habitual, pero advirtieron también de la necesidad de operar con cautela. David Hurtado, portavoz de CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios), señaló a Efe la pertinencia de "tener muy claro" si se obtiene "realmente un beneficio o no" en las compras que se realicen estos días.

En esa misma línea, la directora de Relaciones Institucionales de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, explicó que "las compras impulsivas nunca fueron buenas", y recomendó pensar para que haya un buen aprovechamiento de los descuentos. Mientras, Gustavo Samayoa, presidente de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) mostró su preocupación por una "respuesta compulsiva" de los compradores. "Estas rebajas convierten al consumidor en impulsivo, compran por comprar y no se trata de eso, sino de ser razonable, comprar lo que hace falta, y comparar", indicó.

Tan buenos resultados se han obtenido en los años de vida que el Viernes Negro tiene en España que hasta algunas empresas "del sector de la automoción" se han sumado, detalló Álvaro Rojas. Y no será el primer año en que también la mayor parte de los hipermercados se vistan de lentejuelas pasado mañana. Apuntarse a la mejora de las cuentas de resultados es casi una obligación. "Esperamos que las ventas crezcan en esta campaña navideña entre un 6% y un 8%", anunció el secretario general de Asodiscan.

A la mejoría del poder adquisitivo de las familias, se suman otros factores para lograr el incremento: "el lleno hotelero en las Islas y la devolución del 25% de la paga extraordinaria que se quitó a los funcionarios en la Navidad de 2012", relató Rojas. La recuperación por parte de los trabajadores públicos de parte del dinero que se les restó hace ahora tres años supondrá la puesta en circulación de cerca de 36 millones de euros.

Eugenio Sánchez elevó la horquilla de crecimiento a entre el 8% y el 10%. "Desde hace un par de años hemos empezado a respirar, solo eso, pero yo prefiero ser optimista", afirmó comparando la actual situación con la que existía hace tres años. El presidente de Fedeco quiere que esa tendencia a ver el vaso medio lleno cristalice en números reales, por eso defendió la necesidad de estar en un evento que "puede parecer una americanada", pero sirve para elevar el ritmo de compras. Después tocará mantenerlo durante la campaña de Navidad propiamente dicha y las subsiguientes rebajas de enero.

Sánchez reconoció que en un principio existían reticencias entre los empresarios a sumarse, precisamente por tratarse de la adopción de una tradición totalmente ajena al Archipiélago. Sin embargo, tras constatar que se trata de una buena herramienta para mejorar el volumen de negocio, se ha producido "un cambio radical". Tradición ajena pero que permite arrancar antes la campaña navideña.

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