El sector de la construcción en la provincia de Las Palmas se ha impulsado levemente en lo que va de año y enfila la salida de la crisis de los últimos años, pero mantiene los pies en el suelo, ve el futuro con cautela y advierte que no habrá plena recuperación sin la puesta en marcha de un plan estratégico de actuación que cuente con el aval y el respaldo del Gobierno de Canarias, los cabildos y las corporaciones locales. La presidenta de la Asociación de Empresarios de la Constructores y Promotores de Las Palmas (AECP), María Salud Gil, cifró ayer en el entorno del 2 % el crecimiento que puede alcanzar el sector al final de actual ejercicio de 2015, y la generación de "como mucho" 4.000 puestos de trabajo respecto al año anterior. "Ha sido un año muy ambiguo", resume la dirigente empresarial en referencia por un lado al dinamismo inmobiliario por la reabsorción del stock de activos de los bancos, y la paralización en que se mantiene a grandes rasgos la obra civil.
La visión de la AECP es menos optimista que la contenida en las estadísticas oficiales y también de la expresada hace unos días por los constructores tinerfeños agrupados en torno a la Federación Provincial de Entidades de la Construcción (Fepeco), que cifraban en un 11% el crecimiento acumulado en la provincia occidental durante los últimos 20 meses. La patronal de Las Palmas estima que a los "cerca de dos puntos" que se incremente la actividad este año, se le podrán sumar alzas sucesivas del 5 % en 2016 y 2017 ."No se ha producido una mejora estructural porque todo estaba mediatizado por un acontecimiento externo como es la vivienda procedente de los fondos de capital riesgo. El crecimiento en el sector inmobiliario no era real, sino por la salida del estocaje de este tipo de vivienda", reseña Gil.
De hecho, frente a las previsiones de la AECP sobre empleo en el sector, la última oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE señalaba que hasta octubre se habían creado 6.500 empleos en la construcción en las Islas, un 8,6 % más que un año atrás, y que el número de contratados en el sector era de 44.200. Para Gil, estas cifras "son engañosas porque en nuestro sector hay mucho parado de larga duración que ha ido desapareciendo de las listas del paro" y otros muchos son trabajadores contratados por las corporaciones locales a través de programas de políticas activas de empleo, pero no vinculados a la actividad productiva del sector. "No hemos generado el empleo que hubiéramos podido generar de haberse puesto en marcha las medidas que proponemos en nuestro plan estratégico", recalcó la dirigente empresarial.
Ambas organizaciones, AECP y Fepeco, asumen que, en todo caso, la construcción no volverá a las cifras de antes de la crisis, pero que puede volver a ser el motor de la economía isleña si se afronta el nuevo tiempo cambiando muchas de las dinámicas y estrategias del pasado.
Este es precisamente el planteamiento con el que los constructores de Las Palmas han elaborado un programa de actuación que el pasado lunes presentaron en una reunión al presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
La propuesta plantea como objetivo estratégico "una acción integral en materia de vivienda, obra públicas, infraestructuras turísticas y rehabilitación para dinamizar el sector y crear empleo".
Entre las propuestas hay, por ejemplo, un plan extraordinario de infraestructuras mediante una estrategia conjunta en materia de carreteras, obras hidráulicas, política de vivienda e infraestructuras turísticas, en el que se aprovecharían tanto fondos a la eficiencia energética, y la puesta en valor de los mecanismos financieros de los planes de vivienda estatal y canario, como los fondos extras del ITE por la eliminación de esta compensación de Canarias al Estado aprobada recientemente entre ambas administraciones.
