El grupo DinoSol cerrará el año con un incremento en su facturación del 2%, hasta los 843 millones, con casi 10 millones de beneficio. Es el segundo año que se cierra en números negros tras ocho anualidades de pérdidas, pero es que las buenas perspectivas de la economía hacen prever que en 2016 las cuentas de la cadena sigan al alza alcancen los 900 millones.

Las cifras de este ejercicio obedecen, principalmente, al buen comportamiento en las islas Tenerife y Fuerteventura -con una leve caída en los resultados de Lanzarote debido a la apertura de tres supermercados de su principal competidor-, según expuso ayer el consejero delegado del grupo, Javier Puga, durante la apertura de la campaña navideña en la capital tinerfeña .

Puga explicó que el grupo asumió este año el cierre de ocho establecimientos debido a que estaban en pérdidas, que se compensan con la apertura de otros 22, con una inversión de 23 millones, hasta llegar a un total de 218 en el Archipiélago. Anunció, asimismo, que en 2016 llegará el "lanzamiento definitivo" de la venta electrónica, la consolidación del etiquetado de los productos sin gluten y el aumento de la colaboración con BP, cuya tarjeta de fidelización llega ya a 155.000 clientes.

Dinosol cuenta en la actualidad con unos 7.000 empleados, y merced a una política de consolidación laboral más de 1.100 contratos han pasado de parciales a ser de tiempo completo.