Desde 2012, cuando comenzó a arreciar el proceso secesionista, y hasta la mitad del presente año, Canarias ha recibido a 67 empresas que han decidido salir de Cataluña. Sin embargo, y aunque el saldo es netamente favorable a las Islas, también en ese tiempo se produjo la salida de 45 sociedades creadas en el Archipiélago, camino de la comunidad autónoma del noreste peninsular.
En plena escalada de tensión por la independencia de Cataluña y en medio de la amenaza de varios negocios señeros de marcharse a Madrid si el procés continúa adelante, la agencia de rating Axesor cuantifica en 125 los negocios catalanes que han decidido cambiar su domicilio social y tomar acento isleño en los últimos siete años. Aunque el cambio de sede no significa de modo automático la liquidación de los impuestos en el nuevo lugar en que la empresa desarrolla la actividad, sí es cierto que en la mayoría de los casos termina por producirse también ese cambio de domicilio fiscal.
De Canarias a Cataluña
De nuevo el saldo es positivo para las Islas tomando esta horquilla de tiempo, aunque fueron 99 los negocios canarios que tomaron rumbo a Cataluña desde que los efectos de las crisis económica comenzaron a dejarse sentir.
Retornando a lo ocurrido desde que la tensión entre Cataluña y el Estado cobró vigor, son 3.072 las sociedades que han salido de la comunidad autónoma inmersa actualmente en un océano de problemas para encontrar una mayoría que sustente al próximo president de la Generalitat tras la oposición de la CUP a mantener en el cargo a Artur Mas.
También en ese periodo se ha producido un notable movimiento en sentido contrario, con 1.913 empresas radicadas en las distintas comunidades autónomas que han optado por la catalana para estrenar domicilio social. El saldo, siempre según los números de Axesor, vuelve a ser desfavorable para Cataluña, que ha sufrido la pérdida de 1.159 negocios.
Es Madrid la mayor receptora de empresas catalanas durante los últimos tres años, con 1.333. Mientras que el camino del centro al noreste lo realizaron 809 negocios.
Un cóctel de factores juega a favor del desembarco en las Islas de empresas catalanas. Por un lado, la amenaza de inestabilidad a la que se enfrentan en el caso de que la mayoría independentista con que cuenta el Parlament halle una vía para el entendimiento, bien porque Mas dé un paso a un lado en favor de otro diputado de Junts pel Sí, a lo que hasta la fecha no parece dispuesto; o bien, porque la celebración de unos nuevos comicios depare un resultado que pueda allanar la senda soberanista.
A esto se unen las ventajas fiscales que ofrece el Archipiélago. Más aún cuando ya todo el territorio es considerado Zona Especial Canaria (ZEC), es decir, la extensión completa del territorio isleño es de baja tributación. Y, por último, el florecimiento, todavía en fase incipiente, de las Islas como sede para empresas estadounidenses que pretenden operan en África.
Empresas de logística, dispuestas a gestionar el tráfico de mercancías y materiales con los nuevos mercados que ya se intuyen y aquellas que no requieran de un gran despliegue presencial -investigación, telecomunicaciones- son las que cuentan con mayores papeletas de acabar teniendo acento canario.
En la estadística de Axesor se desglosa el número total de empresas que han salido de Cataluña en dirección a otras comunidades autónomas, pero no se indica cuántas de cada actividad económica van a cada región. El comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas es el que más fugas registra, con 128; le siguen la construcción y las actividades inmobiliarias, con 89 cada uno de ellos.
