El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Las Palmas, Gabriel Jiménez, cargó ayer contra la orden dictada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que regula la pesca en el caladero canario. La obligación de mantener un tamaño de malla en las nasas impedirá, según el representante del sector en la provincia oriental, la captura de salmonetes, viejas, salemas, sargos y morenas, e imposibilitará rentabilizar el trabajo, por lo que, según anunció, la flota se quedará amarrada.

Jiménez anunció la impugnación de la orden, para lo que cuenta con el apoyo del Gobierno de Canarias. Mañana se reune con el director general de Pesca, Orlando Umpiérrez, quien ya ayer le mostró su apoyo incondicional.

A juicio del presidente federal, el problema estriba en que Madrid no ha sabido entender, "después de dos años de trabajo", que la pesca en el Archipiélago es "artesanal", consideración con que sí cuenta en la Unión Europea. "Que tengan lo que hay que tener y sean capaces de decir que quieren acabar con el sector en Canarias", instó Gabriel Jiménez, que también solicitó la dimisión del secretario general de Pesca, Andrés Hermida, "aunque le quede poco en el cargo".

Se logró dejar el número de nasas en 75, cuando el ministerio llegó a plantear 30, pero "no sirve de nada" por la imposición de la malla que no deja entrar el pescado. "Si algún patrón mayor de una cofradía canaria está de acuerdo con esto, es porque no pesca", apuntó el presidente.

No lo hacía de forma gratuita, las diferencias con el representante de los pescadores herreños, Fernando Gutiérrez, existen. Este último señaló ayer como "radicalmente falso" que la orden "arruine al sector". Es más, incluso consideró que la medida "medio garantiza la actividad en el futuro".