El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, desgranó ayer en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria el devenir económico de España desde el abismo de 2012 hasta la actualidad. En su opinión, es posible pensar en "entre tres y cinco años" de crecimientos del Producto Interior Bruto (PIB) situados en el entorno del 3% siempre que la política económica se mantenga dentro de los márgenes de "la senda" escogida por "el presidente Mariano Rajoy. Ese camino nos sacó de la recesión y sin duda nos va a sacar de la crisis".
El integrante del Gobierno de España consideró superados los años más duros, pero reconoció que es imposible dar por despejada la niebla con tasas de desempleo que aún superan el 20%. Además, aseguró que no se producirán recortes del tamaño de los habidos durante los últimos cuatro años, "lo que no quiere decir que no haya que continuar ajustando" los números al compás que marca Bruselas.
Sobre las dudas que expresan las autoridades europeas en cuanto a la capacidad española para cerrar este ejercicio con el déficit público pactado del 4,2%, el ministro apuntó que cuando él llegó al Gobierno el descuadre era del 9%. "En cualquier caso, lo habremos reducido a la mitad en solo cuatro años y ese ajuste no tiene parangón", explicó. Además, aseguró que en el momento actual, "España, de algún modo, es la que está tirando del crecimiento de la Eurozona" en referencia a que es el único país que puede exhibir incrementos anuales cercanos a ese 3%.
En plena campaña electoral, De Guindos optó por personalizar en el presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, la iniciativa de resistirse al rescate europeo cuando la prima de riesgo superó los 640 puntos básicos y la financiación internacional imponía tipos del 7% ante las serias dudas sobre la solvencia del Tesoro para devolver los préstamos. Desde ese punto más bajo, el ministro de Economía atribuyó al incremento de la competitividad de las empresas españolas la responsabilidad principal de la inversión del ciclo. Y a la "flexibilidad" que esta otorgó para reducir los costes -salariales, entre ellos- como uno de los pilares del abaratamiento de los bienes y servicios exportados.
Así las cosas, Luis de Guindos repitió en dos ocasiones que en el momento actual España exporta bienes y servicios por valor de cerca de 25.000 millones de euros mensuales sin contar la facturación generada por el turismo.
El ministro expuso que el actual crecimiento del PIB del país "ya no depende de una burbuja de crédito e inmobiliaria" y ahí radica el gran cambio. Son ese aumento de la competitividad que dispara las exportaciones y el saneamiento del sector bancario las claves que aceleran la economía.
Esa mejora del estado de salud de las empresas le sirvió para mantener que se atenderán los criterios de déficit impuestos por Europa (CE) sin que eso signifique más recortes. "Con un incremento de los ingresos tributarios del 6%, todo es más sencillo", resaltó.
El ministro también restó importancia y tildó de "vuelta a la normalidad" la anunciada subida de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense antes de que finalice el año. Del mismo modo ocurrirá cuando el Banco Central Europeo frene sus compras de activos que ahora realiza para garantizar el dinamismo económico por valor de 70.000 millones de euros.
No se mojó en cambio sobre la posibilidad de que las comunidades autónomas que se mantienen dentro del corsé con que les viste el Ministerio de Hacienda -objetivos de déficit y deuda- puedan gozar de un trato diferenciado. Simplemente se limitó a aplaudir el esfuerzo realizado.
