Canarias ya tiene el visto bueno de Bruselas para financiar con 84 millones de euros hasta 2020 la transformación de su economía. Lo anunció ayer la vicepresidenta y consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno canario, Patricia Hernández, quien explicó que las autoridades europeas se han convencido de la necesidad de impulsar un nuevo modelo productivo en el Archipiélago.
Finiquitada desde hace años la época en que la construcción sostenía una parte importante del Producto Interior Bruto (PIB), a la economía isleña le toca reinventarse. Ese cambio de rumbo tiene por objetivo promover nuevos nichos de empleo que requieran de una mayor especialización y valor añadido que la mayoría de los actuales. La actuación es, por tanto, transversal, ya que implica también un giro en la formación de los futuros trabajadores del Archipiélago.
Panorama actual
El protagonismo del sector servicios, con el turismo a la cabeza, es hoy en día indiscutible; más de un tercio de la actividad económica de las Islas descansa sobre él. Sin embargo, la generación de empleo por esa vía se ha revelado prácticamente agotada y los puestos de trabajo que se crean tienen carácter intensivo y no requieren de un alto nivel de especialización. Eso se traduce en salarios bajos, cotizaciones escasas y posteriores pensiones de jubilación que se encuadran también en los tramos del fondo de la tabla.
La exploración de nuevos caminos pasa por una industrialización de la economía canaria, teniendo en cuenta la especial sensibilidad del territorio. No puede dañarse el medio ambiente, que es el principal activo con que cuenta el Archipiélago para continuar siendo uno de los destinos mundiales preferidos por los turistas, por lo que se impone la necesidad de ensanchar la actividad productiva por la parte del conocimiento -investigación y desarrollo-y de la conocida como economía verde.
Los fondos aprobados por la Comisión Europea provienen del Programa Operativo Fondo Social Europeo. Según explicó ayer Patricia Hernández, ha sido el propio funcionamiento de la Administración europea el responsable de la tardanza en la obtención de los 84 millones de euros con que se financiarán las actuaciones tendentes a ese viraje de la economía y que están destinados a cubrir el periodo 2014-2020.
Las negociaciones han abundado en los últimos meses y ha sido necesario que el Gobierno canario introdujera ajustes sobre el plan inicial para que la inversión haya contado finalmente con el consentimiento de Bruselas.
La estrategia del Archipiélago para el periodo 2014-2020 tiene como meta la promoción del desarrollo sostenible de la Comunidad Autónoma, "procurando la consolidación de una economía competitiva y de pleno empleo que permita aumentar la cohesión social y territorial del Archipiélago, la calidad de vida de su ciudadanía y la convergencia real con la UE". Así consta en el Plan Estratégico del Servicio Canario de Empleo 2015-2016.
Ese mismo documento detalla que las herramientas para alcanzar el incremento de la competitividad son el fomento de la innovación y la sociedad de la información, y el impulso a la internacionalización. Por su parte, la mejora de la calidad de vida de los canarios implica la creación de empleo, la mejora de su nivel educativo y, por consiguiente, la aminoración de la tasa de pobreza.
Los ejes prioritarios sobre los que descansa el plan son el aumento de la calidad del empleo y el favorecimiento de la movilidad laboral. A ellos se une la promoción de la inclusión social, la lucha contra la pobreza y contra "cualquier forma de discriminación". Para todo ello, es necesario invertir en educación y formación, en general y profesional, para que los ciudadanos adquieran "capacidades y un aprendizaje permanente".
