Canarias recibió en los once primeros meses del año la visita de 10.506.918 turistas extranjeros, lo que supuso un incremento del 0,47% con respecto al mismo periodo de 2014. La proyección garantiza que el sector volverá a romper otra barrera impensable hace escasos años, en este caso la de los trece millones de visitantes.
En el pasado ejercicio, faltaron tan solo 8.940 clientes para llegar a esa cifra. Al paso por noviembre el balance anual acumulaba ya un superávit de 49.828 visitas. Además, en la suma final entran también los españoles que se desplazan a las Islas desde otras comunidades autónomas. El año pasado fueron 1,5 millones y al terminar el tercer trimestre de 2015 eran ya 1.246.340. Los tres últimos meses del año servirán para constatar la recuperación, lenta, del mercado nacional, por lo que también aportarán a la superación del récord.
El crecimiento exponencial de las llegadas responde a varios factores. En primer lugar, la ausencia de amenazas para la economía europea, lo que garantiza el elevado flujo de llegadas desde los principales mercados emisores, con el Reino Unido y Alemania, por ese orden, a la cabeza.
Consumo nacional
Ese mismo parámetro, si bien no logra, por mucho, colocar las tasas de desempleo españolas en valores admisibles para un país desarrollado, sí sirve para que quienes habían adoptado posiciones ahorradoras y, en definitiva, conservadoras sin padecer en carne propia los rigores de la recesión, retornen, también sin prisa, a niveles de consumo más cercanos a los que presentaban hasta 2008. En definitiva, se alejan los temores que les habían llevado a recortar el propio gasto y las escapadas vacacionales vuelven a ocupar un lugar en sus presupuestos.
Por otro lado, resulta innegable la incidencia de los problemas sufridos por destinos que representan una competencia real para Canarias. La Primavera Árabe provocó el crecimiento de la presencia de ciudadanos de los mercados emisores más tradicionales y el paulatino afianzamiento de otros que hasta ese momento no tenían al Archipiélago entre sus preferencias principales, caso de franceses e italianos.
Cuando Túnez comenzaba a respirar, se produjeron los atentados de la pasada primavera, que volvieron a hundir al sector turístico de dicho país. A ello se une la ubicación de los enclaves de sol y playa de Turquía, cercanos al punto caliente de Siria y varios de los principales núcleos de establecimiento de Daesh. Egipto no encuentra desde el inicio de 2011 la fórmula para garantizar la inexistencia de problemas a quienes se decantan por el país africano para ocupar sus días de asueto.
Los propios empresarios turísticos canarios reconocen que estas circunstancias exógenas explican parte de los éxitos del negocio en las Islas. Claro que en su haber también hay que apuntar la labor de fidelización de la clientela. De haberse prestado un servicio exento de calidad, la afluencia no habría discurrido por la senda creciente de los últimos cinco años.
Por último, también la propia organización de los viajes ha cambiado en favor del aumento de las cifras de llegadas. Ahora la duración de las estancias se acorta, lo que permite una mayor rotación para cada plaza y, por tanto, un número más alto de visitantes.
A pesar de todas esas circunstancias favorables para los intereses del negocio turístico del Archipiélago, el encadenamiento de récords habría sido imposible sin que los británicos mostraran una gran solidez como mercado. Nunca ha decaído su afluencia, al contrario, mes tras mes han venido creciendo en número con respecto al pasado año. A ello se han unido las paulatinas mejorías de Alemania, segundo país emisor en importancia y que se mostró titubeante en el tramo final de 2014, y parte de los nórdicos -Dinamarca y Suecia- que en la pasada temporada invernal iniciaron un pronunciado declive.
Atendiendo solo al mes de noviembre, las llegadas superaron en un 0,88% las registradas en el undécimo mes del pasado año. Escogieron Canarias 1.018.275 visitantes, lo que en valores absolutos representa un incremento de 8.883 clientes.
En el conjunto de España se registraron 64,6 millones de turistas internacionales en los once primeros meses del año, un 4,8% más que en el mismo periodo de 2014, según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta cifra estaría por encima del récord de 61,7 millones de turistas alcanzado en los once primeros meses de 2014, si bien ambos datos no son comparables porque la metodología utilizada por el INE, que elabora la estadística desde el mes pasado, es diferente a la que tradicionalmente usaba Turespaña. Además, la cifra de los once primeros meses del año roza el récord de 65 millones de turistas internacionales previsto para el conjunto del año 2015.
Entre enero y noviembre, los turistas que llegaron a España procedieron principalmente del Reino Unido (14,97 millones, un 4,1% más), Francia (10,93 millones, un 8,9% más) y Alemania (9,86 millones, un 0,8% menos), informa Efe. Por comunidades autónomas, Cataluña (16,52 millones, un 3,7% más) y Baleares (11,55 millones, un 2,6% más) adelantan a Canarias.
Más de 40,8 millones de estos turistas se alojaron en hoteles, un 4,7% más que en el mismo periodo de 2014, mientras que 9,6 millones optaron por otros alojamientos -como cámping o casa rural- y 14,1 millones eligieron alojamientos de fuera de mercado, es decir, vivienda en propiedad o de amigos. Solo en noviembre eligieron España 3,7 millones de turistas internacionales, un 10,7% más que en el undécimo mes del año pasado.
