Las pensiones del sistema de la Seguridad Social subirán un 0,25% a partir de este viernes, el mínimo que fija la ley, lo que beneficiará a más de 10 millones de personas, con un coste de 281,36 millones de euros.

Este incremento se aplicará a casi 9,4 millones de prestaciones contributivas, 440.000 no contributivas y 185.000 prestaciones por hijo a cargo con minusvalía. El límite máximo para las pensiones públicas será de 2.567,28 euros mensuales "sin perjuicio de las pagas extraordinarias que pudieran corresponder".

Del total de pensiones contributivas, 5,69 millones (el 60%) serán de jubilación, 2,36 millones de viudedad, 940.036 de incapacidad permanente, 342.256 de orfandad y 39.412 de prestaciones a favor de familiares.

Este incremento es el resultado de la aplicación del Índice de Revalorización de Pensiones, incluido en en la última reforma entró en vigor en 2014.

De acuerdo con este nuevo índice, el incremento anual de las pensiones se concretará entre un mínimo del 0,25% para el conjunto de las pensiones cuando la situación económica sea desfavorable, hasta la variación anual del IPC más 0,50 puntos porcentuales adicionales cuando el contexto económico lo permita.

La idea es actualizar las pensiones conforme a las posibilidades económicas de la Seguridad Social y la evolución de sus parámetros fundamentales. La norma contempla, en todo caso, la garantía expresa de que las pensiones se incrementarán todos los años.

La otra pata de la reforma, la concerniente al factor de sostenibilidad de las pensiones, entrará en vigor a partir de 2019.

Más poder adquisitivo

En 2015, los pensionistas han ganado este año poder adquisitivo, como en los dos últimos ejercicios, después de que se revalorizaran un 0,25% y que el Índice de Precios de Consumo (IPC) cerrara diciembre en el 0% por la menor bajada de los carburantes.

En 2013, ejercicio en el que para fijar la revalorización de las pensiones se tomó como referencia el IPC de noviembre, como se hacía hasta entonces, los pensionistas ganaron entre un 0,8% y un 1,8% de poder adquisitivo, al subir los precios un 0,2% dicho mes.

En 2014, año en el que entró en vigor la reforma de las pensiones, que contemplaba una revalorización mínima del 0,25%, los pensionistas también ganaron poder adquisitivo al cerrarse el año con una caída de los precios del 0,6% (-0,4% en noviembre).