¿Goza el turismo de la buena salud que aparenta?
Podemos sentirnos orgullosos. Hemos vivido otro año de récord y se prevé que este también sea bueno, pero tenemos que seguir trabajando para mantener el liderazgo. Los 13,2 millones de visitantes son el resultado de una buena labor, pero debemos seguir innovando, porque el mercado es muy cambiante y competitivo. Hay destinos emergentes muy potentes y tenemos que ir un paso por delante para estar preparados cuando los conflictos en el Norte de África retrocedan y los competidores vuelvan al mercado.
¿Cómo se logra eso?
Diversificando la oferta y mejorando la conectividad para atraer nuevos mercados. Eso añade valor a nuestra oferta turística y nos diferencia de competidores que también están cerca de Europa y gozan de buen clima. Cuando retornen a la normalidad, tenemos que haber conseguido que los turistas nos busquen a nosotros porque ofrecemos algo que los demás no tienen.
¿Los potenciales turistas responden a la estrategia de segmentar la oferta?
Sí. Gran parte de quienes hoy viajan trasladan a las redes sociales sus motivaciones. Por ejemplo, buscan dónde hacer surf en Canarias, porque el turista actual, aparte del sol y la playa, quiere, en gran medida, vivir experiencias; esa es la tendencia. Tenemos plataformas digitales que responden a sus preguntas, con contenidos muy avanzados que les muestran qué es lo que van a encontrar en Canarias, cómo pueden vivir esas experiencias que buscan.
Eso hacia fuera. ¿Y en el ámbito estrictamente canario dónde se debe mejorar?
En la repercusión que este negocio tiene en el empleo. Es el principal motor de la economía y el que más puestos de trabajo genera, pero queremos que el crecimiento sea mayor y reparta más riqueza a toda la sociedad; a la cultura, al sector primario, la industria, el comercio..., no solo a los empresarios del sector.
¿Avanzan en su intención de meter en la cesta de la compra de las cadenas hoteleras los productos del campo canario?
Ya hemos celebrado reuniones al respecto y el próximo mes, como tarde, arrancaremos con la primera mesa técnica. En ella se definirán los planes de acción concretos y, entre ellos, los que nos llevarán a establecer pautas con los hoteleros para promover el mayor consumo posible de productos locales.
¿Hay predisposición?
La hay. El sector alojativo es consciente de esas tendencias del turismo de las que hablaba antes. Entre lo que buscan sus clientes está también el conocimiento de la gastronomía local y para dar salida a esa inquietud, el propio establecimiento tiene que ofrecerla. La satisfacción del cliente va a ser mayor si le ofrecen un producto diferente del que encontraría en otro destino. Evidentemente, tener clientes satisfechos es algo que conviene a los hoteleros. Son conscientes de que tienen que añadir valor a su oferta gastronómica, saben que tienen que hacerlo, porque se lo demandan quienes se alojan en sus establecimientos.
¿Se ha abandonado la rehabilitación de los espacios turísticos? Lo afirmaba así hace unos días Nueva Canarias (NC).
No estoy de acuerdo con ese planteamiento. Apostamos por la renovación de los espacios turísticos obsoletos y no solo públicos, sino también privados. En la parte pública tenemos 27 millones para invertir este año, es un crecimiento importante, del 54%. No puedo estar de acuerdo, porque, además, seguimos contando con los planes de modernización para mejorar los espacios privados.
¿Se está rehabilitando?
Se está haciendo. La propia Consejería de Turismo acomete obras en espacios públicos en todas las islas. El presupuesto de 2016 se incrementa en lo que respecta a la rehabilitación. Apostamos firmemente por ella.
¿Le consta que las empresas privadas utilicen la financiación dispuesta por los bancos para la renovación de sus inmuebles?
Sí, lo están haciendo. A través de los planes de modernización hay muchísimos establecimientos hoteleros que se están renovando y se están invirtiendo cantidades importantes. Eso sucede porque el mercado financiero contribuye dando créditos.
¿A qué va Canarias a Fitur?
Sobre todo a cerrar acuerdos. Nosotros hacemos de paraguas de todas las islas y también del sector turístico empresarial.
¿A por más turistas?
El turismo nacional creció en 2015 en torno al 7% y queremos consolidar ese avance, porque es nuestro tercer mercado en importancia. Tenemos que estar en Fitur para promocionar la marca Islas Canarias en el ámbito nacional y tratar de recuperar la cifra de turistas nacionales anterior a la crisis.
¿Se puede pensar en ello como un objetivo alcanzable?
Claro que podemos aspirar a ello. El turista nacional valora este destino no solo por su naturaleza y el buen clima, sino también por su riqueza cultural, patrimonial, por la posibilidad de hacer deporte al aire libre durante los 365 días del año. Valora nuestros alojamientos, pero también tener experiencias, por lo que el potencial de crecimiento es importante.
Ha llegado la paz a la promoción, ya no hay islas que monten su stand
En el diálogo y el consenso. Además, está el trabajo realizado desde Turismo de Canarias en los últimos años, y que nosotros vamos a continuar, con un respeto por las singularidades de cada isla dentro de la promoción del destino Islas Canarias; todas han visto que tienen cabida.
Lisboa se ha sumado al cobro de una tasa turística. ¿Aquí veremos eso algún día?
En nuestro acuerdo de gobernabilidad se estableció que Canarias no añadirá costes a la oferta turística más allá del IGIC. Hacerlo nos retaría competitividad y los ingresos no compensarían esa pérdida, no lo consideramos necesario.
Algo se me escapa. ¿De verdad un euro diario pesa tanto a la hora de elegir destino?
Todo lo que sea imponer tasas supone un coste añadido y la demanda lo valora como tal.
¿Reducirán el IGIC para dejarlo como estaba antes de la subida del verano de 2012?
Los empresarios lo han pedido., sobre todo tras el cierre de 2015 y la comprobación de que ha habido buenas cifras de ingresos fiscales y una mejora económica global. Sin embargo, en la agenda del Gobierno son prioridad la sanidad, la educación y las políticas sociales. En 2017, si la situación económica continúa mejorando, se puede empezar a hablar de estudiar una posible rebaja.
¿Solo dependerá de la recaudación?
No, también tendrán que flexibilizarse las restricciones estatales de la regla de gasto y del déficit para poder maniobrar con el incremento que se obtenga, si lo hay.
¿En qué medida depende un año tranquilo para el turismo de que exista un nuevo Gobierno central?
No tener estabilidad puede generar una incertidumbre que en nada favorece ni a las inversiones ni a la marcha del mercado nacional. Es importantísimo que se conforme ya una mayoría para despejar las dudas y que la economía prospere y continúe como debe.
Este año las aerolíneas han programado 1,3 millones de plazas más. ¿Hacen falta camas nuevas para atender el incremento de la demanda?
Todavía tenemos margen de crecimiento y nuestra apuesta es que este sea moderado, sostenible y consciente de la necesidad de preservar nuestros recursos naturales. Claro que pueden construirse nuevos alojamientos, pero siempre sujetos a la normativa, que va en la línea del ahorro energético y en defensa del medio ambiente. No hemos llegado al cien por cien de ocupación en 2015, la media está por encima del 80% y ha sido mayor en los hoteles, pero el sector extrahotelero aún tiene capacidad de crecimiento.
¿Van a cambiar la norma sobre alquiler vacacional?
Hemos encargado estudios para poder acometer la revisión con la mayor solvencia posible. Además, estamos a la espera de recibir un estudio que va a fijar el inventario real de viviendas ofertadas a través de las plataformas digitales, analizamos las mejores prácticas normativas establecidas en otras comunidades autónomas y en ciudades de Europa, y también el impacto que la normativa está teniendo en las economías de esos lugares. Cuando tengamos todo, lo daremos a conocer y convocaremos de nuevo a los distintos representantes de las partes implicadas para tratar de buscar un consenso.
