Es la única que queda en pie. La fábrica de cigarrillos que la multinacional Japan Tobacco International (JTI) tiene en Santa Cruz de Tenerife se acaba de convertir en la última instalación de este tipo de toda España. El anuncio por parte de la tabaquera española Altadis del cierre de su planta en Logroño, La Rioja, por un duro ajuste de cuentas, deja a la Península sin una sola empresa de fabricación de cigarrillos. La caída de ventas de los últimos años ha provocado que, desde 1999, las compañías españolas de tabaco hayan ido bajando sus persianas de forma paulatina. Es un vía crucis que, por ahora, no ha afectado a la planta tinerfeña.

La instalación chicharrera perteneciente a la tabacalera japonesa forma parte de la veintena de centros productivos con los que cuenta JTI en todo el mundo. La fábrica tinerfeña produce más de 3.100 millones de cigarrillos y cerca de 94 millones de cigarros, convirtiéndose así en una de las principales compañías de la Isla. Sus ventas representan más de un tercio del mercado del cigarrillos e incluyen cinco de sus marcas entre las diez más vendidas. Entre ellas destaca, Camel, Winston y Coronas, marcas que produce y distribuye desde hace 50 años.

Actualmente, la fábrica cuenta con alrededor de 400 empleados que, además, presumen de trabajar en una de las empresas con las mejores condiciones labores de España. Y es que JTI recibió el año pasado la certificación Top Employers España por colarse en la cuarta posición del ranking Top10 por las oportunidades de desarrollo profesional que ofrece a sus empleados y por el entorno laboral que crea para las personas. Además, en 2014, la consultora Great Place to Work distinguió a la compañía como una de las mejores empresas para trabajar en España por cuarto año consecutivo.

La compañía, con sede en Ginebra, distribuye sus productos en más de 120 países y emplea a alrededor de 27.000 personas en todo el mundo. El núcleo de la cartera de JTI está formado por ocho marcas globales: Winston, la segunda del mundo; Camel, la marca pionera en el concepto American Blend; y Mild Seven, ahora conocida como Mevius. Su portafolio también incluye Benson & Hedges y Silk Cut, dos marcas líderes de tabaco Virginia; Sobranie of London, Glamour y LD. Estas ocho marcas concentran el 64% del volumen total de ventas y se comercializan en más de 120 países de todo el mundo.

Aunque la venta de cigarrillos en Canarias se mantiene viva gracias, en parte, a la larga tradición del sector en las Islas -representa alrededor del 14% del PIB industrial del Archipiélago-, en el resto del país no ocurre lo mismo. Altadis, propiedad de Imperial Tobacco, eliminará su fábrica de cigarrillos en La Rioja, un cierre que se llevará por delante a 417 empleos.

La compañía justifica este último cierre asegurando que España "ha sufrido una caída de ventas en volúmenes de cigarrillos de más del 45% en los cinco últimos años" con la prohibición de fumar en los centros de trabajo y lugares públicos. Ante esta situación, en los últimos 16 años, la empresa ha cerrado un total de doce fábricas distribuidas por toda la geografía española, lo que ha supuesto la salida de unos 6.000 trabajadores. La británica Imperial Tobacco, de la que es propiedad Altadis, también cerró las fábricas de Estrasburgo (Francia) y Bristol (Reino Unido) ente 2009 y 2010.

La tabaquera solo mantendrá abierta la planta que le queda en Santander que, a diferencia de la planta tinerfeña de cigarros JTI, es de fabricación mecanizada de puros y puritos.