El Banco de España ha avalado el proceso de salida a bolsa de Bankia que cuestionaron los dos peritos cedidos por el organismo, y asegura que las cuentas de la entidad estaban correctamente formuladas y tenía provisiones suficientes, al mismo tiempo que admite el impacto negativo del contexto económico.

El organismo ha redactado un documento en respuesta a un requerimiento de un juez de Navalcarnero (Madrid), que plantea al Banco de España una serie de preguntas sobre las cuentas de Bankia en el momento de su salida a bolsa.

El informe de los peritos, cedidos por el Banco de España para trabajar a las órdenes del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, sostenía que las cuentas previas a su salto al parqué en el verano de 2011 no reflejaban la imagen fiel de la entidad.

Tampoco las del conjunto de ese año, ni las de Rato ni las primeras formuladas, tras la llegada de José Ignacio Goirigolzarri.

Según estos expertos, hubo en todos los casos "errores contables" que no mostraban el estado real del grupo que Deloitte, como firma auditora, debió detectar.

Pero en respuesta al juzgado de Navalcarnero, y a diferencia de lo que dicen los peritos, el Banco de España refrenda que se hicieran cambios en las valoraciones en las cuentas de 2011, y afirma que también se realizaron revisiones en otras operaciones de integración de entidades de crédito.

También asegura que no se pueden evaluar los estados financieros del pasado teniendo en cuenta la información que se tiene ahora (como han hecho los peritos) y no la que se tenía en ese momento.

Otro punto que destaca el Banco de España es que las condiciones económicas variaron de forma inesperada en la segunda mitad de 2011, después de la salida a bolsa, y eso afectó a todo el sector financiero, incluido Bankia.

"Frente a lo señalado en las predicciones, hubo un empeoramiento de la crisis tanto en España, con la entrada en una totalmente imprevista segunda recesión, como en el área del euro; esto supuso importantísimas dificultades de financiación mayorista para la banca y su traslación a la financiación de la actividad real, indica el documento.

Todo ello, prosigue, incidió de forma determinante en la capacidad de pago de los deudores y también en el valor de las garantías aportadas por estos, y afectó con carácter general al conjunto de las entidades de crédito españolas que fueron reflejando en sus estados financieros los consiguientes cambios de estimaciones del valor de sus activos.

Estas condiciones económicas del segundo semestre de 2011 y del primero de 2012 eran distintas y peores frente a las de sólo unos meses antes, al mismo tiempo que sobre la economía española se extendía una gran incertidumbre.

Por último, el Banco de España confirma que Bankia sí tenía provisiones suficientes para cubrir los ajustes que los peritos dicen que tenía que haber realizado, con lo que si se hubieran hecho, no hubieran tenido efecto alguno en las cuentas.

En concreto, el Banco de España cifra en 3.027 millones las provisiones que tenía Bankia y con las que podría haber hecho frente a los 929 millones de ajustes que reclama uno de los peritos judiciales o a los 754 millones que proponía su compañero.

El organismo asegura que "cabe concluir, pues, que las provisiones genéricas y específicas no asignadas se constituyen precisamente para cubrir deterioros adicionales en exposiciones concretas que pudieran ser identificados con posterioridad".

Asimismo, asegura que las dotaciones específicas adicionales requeridas para cubrir los nuevos deterioros identificados -que sería el caso de los encontrados por los peritos- no tendrían efecto alguno en los resultados y el patrimonio neto de la entidad, siempre que existiera provisión genérica suficiente -como así era-.

El pasado mes de noviembre, el Banco de España remitió al juez Andreu un documento que resolvía algunas dudas planteadas por el FROB que, sin avalar explícitamente la gestión de Rato, dejaba entrever que discrepaba de la principal conclusión de los peritos del caso sobre las cuentas.