El futuro de Canarias está ligado a la formación de personal investigador en las diferentes áreas de carácter estratégico para el Archipiélago. Treinta doctorandos inician en este mes su labor investigadora gracias a los 2,5 millones de euros que la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Ejecutivo regional, en cofinanciación con el Fondo Social Europeo, ha destinado en ayudas a sus proyectos.
Del total de tesis, seis se desarrollarán en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), 22 en la Universidad de La Laguna (ULL), una en la Fundación Canaria de Investigación Sanitaria (Funcanis) y otra en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC). Cada investigador recibirá una retribución mínima anual de 16.422 euros, lo que implica 1.173 euros mensuales, a los que se podrá sumar un extra de 600 euros si publican sus tesis doctorales durante el trancurso del contrato o en los tres meses posteriores a la finalización del mismo.
"La investigación es fundamental para que la sociedad avance", señala Tania Ramírez, una de las becadas. Esta licenciada en veterinaria de 27 años centrará su doctorado en las patologías auditivas en cetáceos varados. "Para mí supone un avance porque llevo mucho tiempo en el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria de la ULPGC", sostiene, "más aún porque es un camino duro que requiere de pasión".
Durante la presentación de la financiación para la investigación enla capital grancanaria, los afortunados coincidieron en la necesidad de que exista un mayor volumen de subvenciones porque la competitividad para conseguir las ayudas es muy alta.
De hecho, de los 120 proyectos que cumplían los requisitos, tan solo obtuvieron financiación 30. "No hay suficiente apoyo en España y cuando terminas la investigación no encuentras trabajo", esgrime Nauzet Alemán, un joven de 28 años licenciado en Ciencias del Mar. Por eso valora de forma positiva el respaldo económico que recibirá durante los próximos años para investigar cómo procesos físicos, como los remolinos, afectan al transporte de carbono y a las comunidades de fitoplantas (placton). "Con todo el tiempo que llevo trabajando y estudiando es una tranquilidad poder hacerlo", explica.
En ese punto coincide con David Domínguez, quien llevará a cabo un programa de acuicultura en ecosistemas sostenibles. "Está bien para empezar porque es un apoyo económico", señala, al igual que Leví García, quien estudiará los sistemas de dunas en Gran Canaria gracias a esta "oportunidad". En cambio, el ingeniero químico Adriel Perdomo reclama que el tejido empresarial del Archipiélago apueste más por la innovación ya que, "al final, este tipo de ayudas son el único motor que permiten hacer investigación".
Por ese motivo, el consejero del área, Pedro Ortega, instó a las universidades a "salir a la calle" y a las empresas a recurrir al talento para que las investigaciones tengan una aplicación en la vida real. "Necesitamos que exista una transferencia del conocimiento al mundo empresarial y viceversa. Esa es nuestra apuesta", afirmó Ortega.
Para aproximarse a este objetivo, en las bases de la convocatoria se valoró el desarrollo de actividades acordes con las prioridades establecidas para el periodo 2014-2020 en la Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias (RIS3), como el liderazgo inteligente en turismo, el crecimiento verde y sostenible o el establecimiento de una agenda digital.
