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Los jóvenes vuelven al campo Quesos de especias en Fuerteventura

Quesos con sabor a chocolate y curry

Daniel Rodríguez, de 34 años, comanda junto a su mujer una ganadería de 120 cabras y una quesería artesanal

Daniel Rodríguez y Yurena Álvarez en el interior de su quesería artesanal La Casita de Vallebrón 0329, en Fuerteventura. GABRIEL FUSELLI

"Fuerteventura tiene muchos quesos y tenemos que marcar la diferencia". Daniel Rodríguez, de 34 años, se levanta cada día con una nueva idea para innovar en el sector quesero. Con sus manos no solo elabora quesos tradicionales, sino también otros que prometen hacer las delicias de los paladares. Romero, tomillo, curry, anís, chocolate o café son algunos de los sorprendentes ingredientes que emplea. El aroma y el color de sus quesos llama la atención a simple vista, pero su amplia gama de matices y sabores es lo que más sorprende al consumidor. "Nos preguntan cómo es que se nos ha ocurrido esto, pero les gusta mucho", señala. Él, junto a su mujer Yurena Álvarez, son pioneros en la elaboración de estos productos.

Ambos están al frente de una ganadería de 120 cabras de las que obtienes la leche para producir una extensa gama de quesos. Las ganas de emprender nuevos caminos y la inexistencia de oportunidades de trabajo catapultaron a Rodríguez a tomar las riendas del negocio familiar. Eran sus abuelos maternos quienes comandaban antes la explotación con brío. Ahora es el turno de nieto, auxiliar de veterinaria, que antes trabajó como monitor de actividades extraescolares. Aunque desde pequeño vivió en Tenerife siempre mantuvo el contacto con la isla majorera. "Ya no tenía trabajo y probamos. No sabíamos como iba ir, pero partimos de una idea clara y funcionó", relata con orgullo.

Pero el éxito no llegó por la vía de la suerte, sino por el camino del esfuerzo y el sacrificio. Desde el principio dieron más importancia a la calidad que a la cantidad, razón por la que de 200 cabras pasaron a tener 120. El siguiente paso fue la apuesta por la innovación, lo que condujo a la llegada de los aromas de especias a los quesos.

"Al principio éramos unos locos según todo el mundo y ahora nos copian", recuerda entre risas. El proceso, que lo aprendió de su abuela, es sencillo. El queso, una vez hecho, reposa unos ocho días antes de ser envuelto por una capa de especias. A partir de ahí, solo resta que macere otros ochos días "para que se note el toque de personalidad que le imprime cada ingrediente".

Pero también elaboran productos tradicionales de gran calidad: frescos, semicurados, curados, de pimentón y de gofio. Éstos cuentan con denominación de origen y con los galardones obtenidos en el concurso 'Tabefe' de los dos últimos años. Como el proceso es artesanal, el trabajo se acumula y el cansancio se nota. "Es duro, una lucha constante entre el cuerpo y la mente", asegura el joven. Al día producen cerca de 30 kilogramos de queso, que van a parar a diferentes rincones de Tenerife, Gran Canaria, El Hierro y, por supuesto, Fuerteventura.

Consciente de que no es una tarea fácil, recomienda tener paciencia a quienes se sumerjan en el sector primario por dos razones. Por un lado, porque hay muchas trabas para alcanzar las ayudas y, por otro, porque los beneficios no son inmediatos. "Hay que tener paciencia. Los resultados no se dan de hoy para mañana", expone, "pero yo prefiero muchísimo más esto que estar sentado en una oficina".

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