Una veintena de trabajadores de Maya, en la capital grancanaria, se encerraron ayer en la tienda para exigir el abono de sus nóminas atrasadas desde noviembre, incluidas las pagas extras. Los empleados aprovecharon la hora de cierre del establecimiento, a las 17.00 horas, y se quedaron dentro. Para hacer más visible su protesta se manifestaron sobre la marquesina, justo encima de las letras del comercio. Allí permanecieron unas horas hasta que fueron desalojados por agentes de la Policía Nacional, que llevaron una orden judicial.

Los trabajadores denuncian que no es la primera vez que se retrasa el pago de sus sueldos y alegan que se han visto forzados a realizar esta protesta ante los continuos incumplimientos de la entidad, a la que acusan también de dejar a la deriva la gestión del establecimiento, ya que no pasa ningún gerente o directivo por el centro de trabajo. "No tenemos a nadie que nos oriente o dirija el negocio y no queda prácticamente mercancía", apuntan desde el comité de empresa, que no entiende por qué la familia Bharwani, dueña del grupo, ha permitido "este estado de abandono y descomposición de la empresa que está hundiendo en la miseria a los trabajadores".

Cabe recordar que la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias dictó en octubre una sentencia en la que anuló el expediente de regulación de empleo extintivo (ERE), aprobado por Maya el 8 de octubre de 2014, y obligó a readmitir a 40 empleados despedidos, aunque en la práctica no están trabajando, según la secretaria del comité, Libertad Caritg.

A estos trabajadores afectados por el impago de sueldos se unen otras 26 personas que continúan en el único centro de trabajo que permanece en la calle Juan Manuel Durán. Si bien esta cifra se ha visto reducida en las últimas semanas, precisa Caritg.

La resolución judicial, que ha sido recurrida por la familia Bharwani, aludió a "operaciones de ingeniería financiera y societaria encaminadas a difuminar" la figura de los propietarios de la empresa para esquivar posibles responsabilidades laborales.

La representante sindical se queja de que, a raíz de la adversa situación económica de Maya, los empleados sufren "verdaderas penurias" hasta el punto de que se ven obligados a acudir a familiares y amigos para "garantizar el sustento" de sus familias, y en la mayoría de los casos, con reclamaciones de los bancos tanto de sus préstamos hipotecarios como personales.

Asimismo, señala que cuando los trabajadores han tenido la oportunidad de contactar con algún miembro de la familia Bharwani, estos les han trasladado que "no hay dinero" y que no les van a pagar "nunca más", a pesar de que el comité asegura tener constancia de que los dueños de Maya "están vendiendo parte del vasto patrimonio que poseen y mantienen un nivel de vida infinitamente superior a los recursos que la tienda genera".