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Vitaldent reúne a sus franquiciados para garantizar la continuidad de la red

Javier Arteaga, encarcelado en la operación, es propietario de nueve de las 21 clínicas de Canarias

La cadena de clínicas dentales Vitaldent garantiza la continuidad de su actividad. La compañía ha reunido en Madrid a sus franquiciados para transmitir tranquilidad y asegurar, una vez más, que ningún centro corre peligro de cierre. El desconcierto generado por la operación Topolino, en la que han sido detenidos varios miembros de la cúpula acusados por supuestos delitos contra la hacienda pública, blanqueo de capitales, organización criminal, estafa y falsedad documental, amenaza con derrumbar el negocio de la compañía, incluído el de sus establecimientos en Canarias. Javier Arteaga, uno de los cuatro principales encarcelados por esta investigación, es el propietario de nueve de los 21 centros ubicados en el Archipiélago y mano derecha de Ernesto Colman, presidente de Vitaldent, quien también está en prisión incondicional sin fianza.

Los trabajadores, clientes y franquiciados de Vitaldent se desayunaron el pasado martes con la detención de trece altos cargos de la compañía por haber puesto en funcionamiento un sistema defraudatorio basado en una contabilidad en B. El volumen recaudado por año ascendería hasta los 17,2 millones de euros. Arteaga, uno de los principales implicados en la red de fraude, es propietario de dos clínicas situadas en Tenerife -una en Santa Cruz de Tenerife y otra en Los Cristianos-, cuatro en Gran Canaria -una en Telde y tres en la capital grancanaria-, y cada una de las que tiene la marca en Lanzarote, Fuerteventura y La Palma.

Algunos de los indicios que condujeron a la juez del Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda a determinar que Arteaga es uno de las personas que integra la supuesta organización criminal hacen referencia a su andadura en el seno de la compañía y a su cercanía a Colman. Así, el cargo desempeñado por Arteaga en la empresa en el pasado -fue director general de Expansión de Vitaldent en Miami entre 2006 y 2007- y su estrecha amistad con el presidente, sitúan en el punto de mira a este empresario.

Arteaga, quien también posee trece clínicas dentales repartidas entre Madrid y Andalucía, tenía establecidas rondas de recogida del dinero en negro. Su objetivo era obtener el 10% de la facturación en cada centro gestionado por él. El empresario se desplazaba personalmente a cada clínica o se apoyaba en su hermano, Óscar, también detenido en el marco de la operación. Jorge González, director del establecimiento que Arteaga tenía en régimen de franquicia en la isla conejera, prefirió ayer no pronunciarse sobre este asunto para no ahondar en la polémica.

El auto de prisión de la juez expone que Javier Arteaga, para blanquear el dinero obtenido, hacía uso de una estructura societaria con facturación falsa. El empresario ya ha reconocido parcialmente los hechos que se le imputan, ya que admitió en su declaración el cobro de dinero en B a sus clínicas. Asimismo, la Policía halló en su domicilio 66.000 euros, que se suman a los 615.000 euros en efectivo encontrados en la casa de su hermano.

En el registro llevado a cabo en el hogar de Colman también se intervinieron 400.000 euros en metálico. La investigación señala al dueño de Vitaldent como el cabecilla de esta actividad fraudulenta, ya que era el que impartía órdenes en base a su posición jerárquica de superioridad.

Bartolo Conte, vicepresidente de la compañía y gestor del marketing y publicidad de la empresa, y Nicolás Sisinni, testaferro de algunas de las sociedades de Colman, también han sido enviado a prisión. Al primero se le acusa de conocer y diriger la recolección del dinero en efectivo y, al segundo, de intervenir en el lavado de la contabilidad en negro.

En general, la Policía se ha incautado en los registros a la cúpula de la red de un avión privado, 36 vehículos de lujo, cuentas en 25 bancos, activos financieros, 124 fincas urbanas y 103 rústicas y hasta una cuadra de caballos pura sangre.

El destape de este fraude está dañando la imagen de las clínicas, una situación que preocupa a los franquiciados. Fuentes cercanas a Vitaldent insisten en que la investigación no influye sobre la actividad de las clínicas. Para que este mensaje cale en los diferentes estamentos de la empresa, la central citó durante los dos últimos días en Madrid a sus franquiciados. El objetivo es infundir tranquilidad y concretar un plan de comunicación con el que dar respuesta a la situación.

En Canarias, los titulares de las clínicas también han mantenido encuentros con sus trabajadores. David Martín, franquiciado de Tenerife, señala que las conversaciones han sido positivas. "Todo sigue funcionando y los empleados confían", afirma.

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