La Encuesta de Población Activa (EPA) detalló una caída del número de trabajadores por cuenta propia en las Islas del 5,9%. Se perdieron 7.300 a lo largo del ejercicio. Los denominados trabajadores independientes, aquellos que optan por crearse su propia oportunidad laboral en solitario, fueron los responsables del descenso. Sin embargo, el volumen de los que fundan su propio negocio y, además, crean puestos de trabajo se incrementó en 3.700 (10,3%).
La contracción del mercado laboral durante los años de la crisis motivó un repunte de trabajadores autónomos. Sobre todo, a partir de que en 2011 llegó el golpe de gracia para las economías occidentales con la inestabilidad financiera y los ataques de carácter especulativo contra las deudas soberanas de países como España. El crescendo desembocó en los históricos 122.800 con que el Archipiélago cerró el año 2014.
Sin embargo, ni las estadísticas escapan a las contradicciones. Basta con observar la evolución de afiliados a la Seguridad Social en el régimen de autónomos para encontrarse con que en el primer mes de este año había 114.920, cantidad que supone un crecimiento del 2,3% (2.629) con respecto al primer mes del pasado año.
Esta es la cifra que exhibe el presidente en Canarias de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Juan Carlos Arricivita, quien, no obstante teme que descargue el nubarrón de la inestablidad política española sobre este colectivo. "En enero se produjo un descenso", señala. Ese es el primer mes completo en el que han podido medirse los efectos de la incertidumbre para la formación de un nuevo Gobierno central.
No se trata de un retroceso significativo, solo del 0,5% para perder 536 efectivos y dejar el total en 114.920; es el contexto en que se produce lo que desata el temor. "Sin duda que se nota y hay quienes están esperando a que se aclare el panorama político para arrancar o, incluso, para contratar", afirma Arricivita.
Entre otras cuestiones se ventila el alargamiento del periodo para la tarifa plana de 50 euros, que en la actualidad disfrutan los autónomos durante seis meses. Desde ese momento, la bonificación, aunque continúa existiendo, va teniendo una intensidad menor. "Por ejemplo, el Partido Popular (PP) llevaba en su programa electoral elevar la duración a doce meses", reseña el responsable de ATA en las Islas, "otros no se sabe lo que harán".
Esa medida, a su juicio, ha sido uno de los motores que ha impulsado el crecimiento de las cifras de trabajadores autónomos "y ha servido para atraer a la legalidad una gran cantidad de economía sumergida".
Otro de los problemas que no logran sacudirse, "muy a su pesar", los trabajadores autónomos es la demora en el pago por parte de las administraciones y otras empresas; "cuanto más grandes, más tardan", refiere Juan Carlos Arricivita, quien denuncia que no escasean los casos en los que las más pequeñas de las empresas esperan "hasta seis meses". Recalca que las más tardonas son las que "presumen de corporativismo y cotizan en el Ibex 35".
Para el sector público, incluso se promulgó una ley que acortaba los plazos de pago a un mes. Sin embargo, los autónomos denuncian que sus facturas pasean por las distintas plantas de gobiernos y ayuntamientos hasta que un día caen en el lugar al que deberían haber ido el primer día. Solo a partir de esa fecha considera la correspondiente administración que empieza a correr el reloj.
Debate sosegado
La posibilidad de que los trabajadores por cuenta propia coticen a la Seguridad Social en función de sus ingresos es una reivindicación sobre la que el presidente de ATA Canarias cree preciso abrir un debate amplio y sosegado. "El 15% de los autónomos no llegan al salario mínimo interprofesional, pero el otro 85% se puede ver abocado de la noche a la mañana a pagar el triple", señala. Por eso, aboga por que el diálogo se aborde al más alto nivel, dentro del Pacto de Toledo.
Otro de los elementos a recuperar para apuntalar la salud de los autónomos es el crédito bancario. "Muchos se han ajustado a tener menos stock, a no contratar personal, pero la necesidad de crédito existe", afirma Arricivita. En muchas ocasiones, la adaptación a lo que hay no es suficiente para apuntalar un negocio y, por supuesto, la ausencia de crédito atenta directamente contras los proyectos de crecimiento que se diseñan.
