Los hogares de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón dispusieron en 2013 de una renta neta -después de pagar impuestos- de 70.298 euros. Esa cantidad multiplicó por 2,6 los 26.729 euros de Las Palmas de Gran Canaria, el municipio del Archipiélago que mejor parado sale en el análisis de los 109 principales núcleos urbanos del país que realiza el informe Indicadores Urbanos publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los datos para España conocidos esta semana son una selección del contenido del proyecto europeo Urban Audit, que recoge información sobre las condiciones de vida en las ciudades de la Unión Europea y los países que aspiran a formar parte de ella. Canarias no salen bien parada. La renta disponible de los hogares de la capital grancanaria es la que primero aparece en una lista que se recorta hasta los 102 municipios, al no contar con los datos de los núcleos vascos y navarros para esta variable; lo hace en el puesto número 66.
Hay que descender otros trece peldaños para hallar a Santa Cruz de Tenerife. En el caso de la capital tinerfeña, la renta frenó durante ese 2013 en los 24.842 euros, superando los 23.872 que se alcanzaron en San Cristóbal de La Laguna -en el puesto 85- y los 23.428 de Telde, que se situó dos lugares por debajo. La presencia canaria la cierran Arrecife -21.471 euros y 91 de la lista- y Santa Lucía Tirajana, donde el dinero de que dispusieron los habitantes después de cumplir con Hacienda ni siquiera llegó a los 20.000 euros anuales (19.923) y fue el sexto más bajo de toda la relación.
El único consuelo al que puede recurrirse es saber que hay lugares de la Península en los que el panorama tiene un negro aún más intenso. Por ejemplo, en el municipio alicantino de Torrevieja, el peor de los analizados, se tienen que conformar con 13.977 euros al año para sacar adelante una casa.
La ausencia de localidades canarias en los puestos altos de la tabla responde, una vez más, a la excesiva dependencia que tiene la economía del Archipiélago del sector servicios, y, en concreto, del turismo. Empleos de escaso valor añadido, como son la mayoría de los que se ofertan para atender la nutrida planta alojativa de las Islas -camareras de piso o camareros de bar, por ejemplo- se traducen en salarios bajos. Sirva como ejemplo que sí hay presencia canaria en la relación de los quince municipios con mayor concentración del empleo en el sector terciario durante 2014; Santa Cruz de Tenerife aparece en el puesto decimotercero con un 90,23%.
Por el contrario, cuando se indaga sobre el peso de la industria en el empleo, en los puestos altos no asoman las Islas, pero sí lo hacen en la cola. Santa Lucía de Tirajana es la decimoquinta en la que menos presencia de este sector hay en el conjunto del mercado laboral, un 3,11%. Es precisamente el empleo especializado, con amplia demanda en este sector y que requiere de un esfuerzo formativo, el que mejor se paga. Por tanto, si no abunda, el dinero que entra en los hogares es escaso en comparación con el de localidades industrializadas.
La ausencia de diversificación en la economía de las Islas se deja sentir también en la tasa de paro. Con la conocida dependencia del negocio alojativo, la construcción en lenta recuperación para nunca ser lo que fue y la ausencia de nichos de negocio capaces de absorber una parte de la mano de obra que quedó colgada de la paleta, el paro en Telde alcanzó el 36% el año pasado, el sexto mayor porcentaje de los municipios analizados. Santa Lucía de Tirajana aparece en el noveno lugar (34,5%).
Ambas localidades vuelven a comparecer en los puestos altos cuando se indaga sobre la posibilidad de que baste una sola nómina para sacar adelante el hogar. Lo mide la tasa de actividad, la proporción entre la suma de quienes trabajan y buscan empleo, y el total de habitantes. Si es elevada, significa que nadie puede quedarse en casa, hay que sumar ingresos. La tasa de Santa Lucía es la quinta de la lista (66,8%); la de Arrecife, la octava (65,7%), y la de Telde, la decimoquinta (63,7%).
El estudio ofrece además la variación de renta entre 2012 y 2013, con lo que pueden observarse los efectos de la crisis y de la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.
La pérdida de renta fue generalizada en toda España. Estar al borde del rescate total, tener que claudicar en el bancario y los recortes salariales que buen número de empresas abordaron al calor de los descuelgues del convenio consagrados por el mencionado cambio de las relaciones laborales explican la disminución de los ingresos de los hogares. Retornando al boyante Pozuelo de Alarcón, el efecto que tuvieron esos factores sobre sus familias se cifró en una pérdida del 2,5% del dinero de que dispusieron en 2012 o, en términos absolutos, 1.875 euros menos.
Pérdida en Canarias
Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife siguen el patrón de Pozuelo y, como enclaves que presentan los mejores números, fueron también los que más perdieron; 501 euros la capital grancanaria y 460 la tinerfeña, ambas con idéntica caída del 1,8%. Sin embargo, La Laguna cedió el paso a Telde, cuyas familias vieron cómo de un ejercicio a otro volaban 419 euros (1,7%) de sus cuentas, mientras que el hachazo para los primeros se quedó en 265 euros (1%).
En los dos últimos enclaves canarios analizados se repite el suceso. Los hogares de Arrecife, con mayor disposición de renta que los de Santa Lucía de Tirajana en 2012, cedieron un año después 113 euros (0,5%), mientras que los últimos sumaron a los malabarismos para llegar a fin de mes un nuevo tijeretazo de 237 euros (1,17%) anuales.
