Un total de 4.472 canarios que compraron acciones de Bankia en el momento previo a su estreno en Bolsa han recuperado ya su inversión. Así lo manifestaron ayer fuentes del banco que preside José Ignacio Goirigolzarri, que cuantificaron en 16,8 millones de euros el dinero desembolsado hasta la fecha en las Islas por este capítulo.
Según los cálculos de la entidad, en el Archipiélago un total de 9.300 ahorradores que adquirieron títulos en el tramo minorista de la Oferta Pública de Suscripción (OPS) previa al estreno en Bolsa pueden acogerse a la oferta, que adicionalmente incluye un 1% anual en concepto de intereses.
La medida llegó el mes pasado, poco después de que el Tribunal Supremo rechazara sendos recursos del banco contra sentencias que le obligaban precisamente a devolver a pequeños accionistas el dinero que invirtieron.
Hasta la fecha han solicitado el reintegro 6.080 isleños, el 65% de los afectados, si bien el plazo para adherirse permanece abierto hasta el 18 de mayo. De quienes ya han dado este paso, el banco que alumbró La Caja de Canarias junto a otras seis instituciones de ahorro españolas, ha completado la operación con el 73%. Desde el departamento de Comunicación aclararon ayer que no significa que con el 27% existan problemas, sino que se encuentran dentro del plazo -unos quince días- que transcurre entre la solicitud y la devolución.
Han pasado tres semanas desde que Bankia diera el paso y ya son en toda España 125.415 los accionistas que han decidido reclamar su dinero. De ellos, 76.443 han visto cómo la inversión realizada hace cuatro años y medio ha llegado de vuelta a sus cuentas corrientes, lo que ha supuesto un adelgazamiento de las existencias del banco cifrado en 358 millones de euros. La cantidad provisionada para atender este proceso asciende a 1.840 millones de euros.
De ello habló el martes Goirigolzarri durante el discurso que ofreció en la junta general de accionistas celebrada en Valencia. A su juicio, el volumen de clientela atendido en estas tres semanas pone de manifiesto la capacidad de respuesta y la velocidad con la que es capaz de trabajar el banco.
