Eligen Canarias para instalar su primera fábrica en España, ¿en qué medida ha influido la zona Zona Especial Canaria (ZEC)?
Sin los incentivos de la ZEC no hubiésemos venido. Ha tenido una influencia enorme porque ha creado un entorno de negocio interesante tanto para el mercado local como para la exportación.
¿Qué influencia tiene el turismo de las Islas en su negocio?
Muy importante, los turistas también son nuestros clientes. Estamos en Europa y tenemos presencia, por ejemplo, en Alemania y Reino Unido. Por eso queremos que los clientes encuentren nuestros productos también en Canarias.
Además de operar en el mercado local, la intención es exportar a África desde Canarias.
Ya tenemos algunos clientes ahí, pero el coste de transporte desde Luxemburgo es más elevado que desde aquí. Además de servir de plataforma logística, apostamos por trasladar la fabricación aquí.
El 10,6% del tabaco que se consume en España procede del comercio ilícito y las marcas de Landewyck son unas de las más usadas por el contrabando.
Desgraciadamente los contrabandistas usan nuestras marcas. Colaboramos con la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), ellos conocen todos los clientes que tenemos y dónde se vende. Quiero dejar claro que nosotros no nos comportamos de forma ilegal porque, de lo contrario, no hubiésemos funcionado tanto tiempo siendo una empresa familiar.
¿El timbre electrónico que han implantado en sus cajetillas contribuye a frenar esta situación?
Nuestros productos tienen un código de trazabilidad electrónico que informa que lo producimos nosotros, cuándo y a quién se lo hemos vendido. Aún no ha llegado aquí, pero al menos cada cajetilla tiene un código impreso.
¿Qué opina de la nueva directiva europea que reduce la visibilidad de la marca en la cajetilla?
No les va a permitir alcanzar sus objetivos. La gente no va a fumar menos y van a comprar en otros sitios. Si todos los productos son semejantes, el contrabando y las falsificaciones van a crecer. Hacen faltan reglamentos, pero todas estas medidas cuentan mucho dinero. El precio para adaptarse a ellas es el mismo para una empresa multinacional. Esto es injusto para los productores más pequeños porque no tenemos los mismo recursos.
