La Provincia - Diario de Las Palmas

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Cholas con sello canario

Patricia Martín emprende en el mundo del calzado y lanza al mercado la primera marca de chanclas isleña - El producto se vende en comercios del Archipiélago y a través de Internet

Patricia Martín posa con las cholas que ella misma diseña. JOSÉ CARLOS GUERRA

"Las cholas son muy canarias, muy nuestras". La grancanaria Patricia Martín se sorprendió cuando descubrió que en Canarias no había ninguna empresa que fabricase este tipo de calzado y decidió poner en marcha un proyecto que diese "libertad a los pies". Tras dos años de esfuerzo, en los que encontró fuera de las Islas al proveedor de la materia prima de sus creaciones, solventó todo el papeleo y dio forma a su idea inicial, lanzó a la venta hace pocos meses unas originales chanclas -Las cholas canarias-, decoradas con motivos isleños diseñados por ella misma. "Se trata de un guiño para que la gente sienta que estas son suyas porque llevan su identidad", sostiene.

El sabor isleño lo plasma con representaciones de plátanos, la flora con tuneras, la fauna con el lagarto gigante de El Hierro, el paisaje canario con el Roque Nublo mirando a los ojos al Teide y la unión de las siete islas con el mapa del Archipiélago. Pero su objetivo es ampliar la variedad de los diseños para aglutinar aún más el sentimiento canario y lograr que se utilicen de forma habitual con ropa desenfadada, no solo para ir a la playa o a la piscina.

El empujón para lanzarse al mundo de la emprenduría se lo dio la situación de crisis actual. Martín se licenció en Arquitectura y fue enlazando unos proyectos con otros. "Nunca he dejado de trabajar en lo mío, pero las cosas están difíciles. Si quería mejores condiciones en mi profesión tenía dos opciones: salir fuera o emprender", relata.

Martín optó por quedarse en Gran Canaria y está segura de no haberse equivocado. Ilusión y ganas no le faltan para hacer triunfar una idea que tejió tras observar la devoción de su pareja madrileña por las cholas. Él trabajaba para Street View con Google por la Península y por el resto de islas y "cuando venía los fines de semana se ponía unas cholas nada más llegar porque esos eran sus zapatos de aquí", recuerda sonriente. A la arquitecta le hizo gracia cómo a un peninsular le llamaba tanto la atención la comodidad de ese calzado. "Una persona de fuera estaba valorando nuestra forma de vivir sobre cholas todo el año", esgrime.

Por eso no se lo pensó dos vences. Saltó al vacío y ahora su casa se ha convertido en un taller de ensueño. Allí dibuja a mano sus bocetos para después pasarlos al formato digital y plasmarlos en las 10.000 cholas que poco a poco va preparando para darles salida en el mercado.

Pero en esta aventura no está sola. Al trabajo de seis profesionales se suma el apoyo de amigos y familiares que se incorporan "a echar una mano". La demanda es tal que no para ni un segundo para ver convertido su sueño en una sólida realidad.

Por ese motivo se ha recorrido toda la provincia de Las Palmas en busca de comerciantes que aceptaran vender el producto en sus tiendas. Ya se pueden adquirir por doce euros en numerosos rincones de Gran Canaria -Vegueta, Parque de Santa Catalina, Teror, Arguineguín, Mogán, Amadores o Puerto Rico- o en los aeropuertos de Lanzarote y Fuerteventura.

Aunque haya empezado a introducirse en las islas orientales, Martín aclara que su intención es llegar también a la provincia occidental para que todos los canarios puedan disfrutar de las primeras cholas con sello canario. "Por falta de tiempo no he podido ir", confiesa a la emprendedora, "pero no me olvido porque están gustando muchísimo".

Para salvar las barreras de la distancia cuenta con una página web (www.lascholascanarias.com), herramienta indispensable a la que acuden los consumidores como a una plaza del pueblo. "Desde ahí llego a todas las Islas, a todos los canarios y a todos los que quieren un guiño isleño fuera de nuestras fronteras", afirma. De hecho, sus cholas con sello isleño ya dejan huella en la Península y en algunos países de Europa.

Es consciente de que el camino que le queda por delante es sinuoso, pero no se desanima y continuará trabajando para que su proyecto siga creciendo cada día. "Ojalá todo salga bien y siga adelante porque el mundo de la moda es muy difícil", esgrime. Martín ha destinado muchos ahorros a este proyecto, pero sobre todo tiempo, esfuerzo y sacrificio. "Llegar a este punto ha sido complicado, pero ha valido la pena", sentencia.

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