El Euríbor a un año, el principal tipo de referencia para la rentabilidad de los depósitos bancarios y de los créditos, cerrará marzo previsiblemente en una tasa negativa del -0,015% (casi el doble más barato que el -0,008% de febrero), con lo que sumará dos meses consecutivos por debajo de cero.

La política monetaria del Banco Central Europeo (con el tipo oficial de interés en el 0%) está empujando los intereses del mercado a franjas negativas, lo que favorece a los particulares, empresas y administraciones con créditos en vigor, pero perjudica a los ahorradores y titulares de depósitos bancarios, y somete a la banca a una presión enorme sobre sus cuentas de resultados.

Aunque el Euríbor está en negativo, no se espera que se llegue a la situación anómala de que la banca pague al deudor en vez de cobrarle por darle préstamo, o al menos no mientras el tipo negativo no rebase el importe del diferencial sobre el tipo vigente que se suele aplicar en los préstamos. La banca tampoco prevé cobrar a los depositantes por custodiar su dinero en las cuentas corrientes, que sería la contrapartida inevitable si los deudores cobrasen de los bancos por endeudarse con ellos.

La forma de cálculo del euríbor será modificado este verano para que exprese el valor de las operaciones reales de préstamo entre bancos y no meras estimaciones, lo que facilitó el escándalo de la manipulación fraudulenta del índice entre 2005 y 2009.