Iberdrola consolida su posición de referencia en el sector de las energías limpias, con un total de 25.863 megavatios instalados en todo el mundo. A este volumen, la compañía suma una presencia muy relevante de de otras tecnologías bajas en emisiones , como la cogeneración o los ciclos combinados de gas en el resto de su capacidad hasta un total de 46.471 megavatios.

La compañía presidida por Ignacio Galán considera que haber decidido tomar posiciones hace quince años les permitió "encarar anticipadamente los grandes retos energéticos de hoy". En este nuevo contexto "es necesaria más energía, más limpia y más sostenible", explicó la compañía energética en un comunicado en el que, además, afirmó que mantendrá la misma línea hasta 2020, tal y como desveló en Londres en la reciente presentación de sus perspectivas estratégicas.

De los 24.000 millones de euros que la empresa invertirá en el próximo lustro, 12.700 millones de euros se destinarán a las energías limpias, a través de proyectos que aportarán 6.900 megavatios adicionales, según expondrá a los accionistas el próximo viernes en el transcurso de la junta general, que se celebrará en el Palacio Euskalduna de Bilbao.

Dentro de ese segmento, Iberdrola prevé seguir avanzando en la generación eólica marina (u offshore), tecnología en la que ha sido pionera con la puesta en marcha, a finales de 2014, del parque de West of Duddon Sands, de 389 megavatios de potencia y situado en el mar del Norte.

Actualmente, Iberdrola tiene en construcción más de 1.000 nuevos megavatios de potencia eólica offshore, con iniciativas como el parque de Wikinger, en el mar Báltico, que contará con una capacidad de 350 megavatios y requerirá una inversión de 1.350 millones de euros, o el de East Anglia, en el mar del Norte, que tendrá 714 megavatios de potencia y cuya inversión ascenderá 2.000 millones de euros.

Asimismo, otro de los grandes proyectos de energías limpias que Iberdrola desarrollará en los años venideros, muy en línea con el compromiso histórico de la compañía con los aprovechamientos hidroeléctricos, será el complejo de bombeo del Alto Támega, en Portugal. Con una capacidad de 1.160 megavatios de almacenamiento, requerirá una inversión de 1.600 millones de euros, para entrar en operación en el año 2023.

De este modo, Iberdrola continuará desarrollando el modelo empresarial basado en las tecnologías de generación eficientes y sostenibles que le ha llevado a convertirse en líder eólico mundial y primera utility europea privada por capitalización bursátil.