Un atril y un vaso de agua esperaban en la tarde de ayer en la sala El Reducto del Arrecife Gran Hotel al ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, José Manuel Soria. Las cortinas que protegían casi todas las cristaleras del espacio del sol, dejaban pasar la luz pero impedían la vista panorámica sobre la playa de El Reducto y el Islote del Amor.

La noticia sobre la vinculación de Soria en 1992 con la sociedad opaca británica en Bahamas UK Lines Limited, dada a conocer este lunes por La Sexta y El Confidencial, adelantaron la comparecencia del presidente de los populares canarios ante los medios de comunicación de Lanzarote. Desmintió en reiteradas ocasiones que haya trabajado para una empresa que no sea española. Desconoce por qué aparecen su nombre y el de su hermano Luis Alberto en los Papeles de Panamá. "No lo sé. Quien cometió ese error que dé explicaciones", sentenció.

Soria tenía un encuentro con la militancia de su partido a las ocho de la tarde en el hotel Lancelot, próximo al Gran Hotel, y era en ese establecimiento donde tenía previsto atender a los periodistas, pero Bahamas y los denominados Papeles de Panamá precipitaron su comparencia recién llegado a Lanzarote procedente de Tenerife, donde había participado por la mañana en la presentación del Plan de Espacios Coworking y Empleo Joven de la Escuela de Organización Industrial. Apenas tuvo tiempo para subir a la habitación que le asignaron en el Arrecife Gran Hotel. Entró en el establecimiento acompañado de su jefe de Protocolo, Ángel García, y de su jefe de Prensa, Juan Santana.

Pasadas las 16.30 horas inició su intervención, de unos 15 minutos, tras depositar su carpeta sobre el plano inclinado. "Está un poco lejos, ¿no?", preguntó el ministro en relación al espacio que separaban su atril de la barrera de cámaras de televisión y de los informadores que siguieron sus declaraciones en la capital lanzaroteña.

"Nunca he tenido, ni tengo, ninguna participación en ninguna sociedad, compañía, empresa, fundación o cuenta en Panamá. Nunca la he tenido", insistió el ministro. "Por tanto", subrayó sin pestañear, "desmiento rotundamente que haya prestado mis servicios ni como director ni en ninguna otra condición a ninguna compañía que no sea una compañía estrictamente española".

La sociedad española a la que se refirió el ministro es la empresa familiar consignataria de buques y fletamientos marítimos Oceanic SA, en la cual trabajó entre los años 1990 y 1995 tras pedir una excedencia como miembro del cuerpo de técnicos comerciales y economistas del Estado. Se incorporó a la misma cuando su padre se retiró y lo hizo como presidente del Consejo de Administración.

Admitió que la relación con UK Lines Limited a través de Oceanic era "puramente comercial". Explicó que "la teníamos como proveedora de servicios" y que "era la empresa que se encargaba de los despachos de los barcos en los muelles del Reino Unido cuando iban desde Canarias con la mercancía que se transportaba, fundamentalmente, hortalizas y frutas".

De su carpeta extrajo el documento a través del cual solicitó al fiscal jefe de la Audiencia Nacional que "en las diligencias de investigación abiertas por la Fiscalía en relación con la documentación de dicho despacho panameño [Mossack Fonseca] publicadas por la prensa, se recabe de las autoridades de Panamá toda la información que pueda existir en dicho país sobre mi persona, en cualquier registro u oficina públicos o privados, en entidades bancarias o financieras de cualquier tipo, o en sociedades mercantiles, fundaciones, asociaciones o cualquier otra entidad, sea cual sea su naturaleza".

Si en Panamá hubiera reticencia a aportar datos, "por confidencialidad o secreto", el ministro ha dado su "expresa autorización" a la Fiscalía de la Audiencia Nacional para que "recabe de las autoridades de Panamá la información sobre mi persona que entienda pertinente". A su vez se comprometió a "otorgar la documentación adicional que, en su caso, resulte necesaria a solicitud de la Fiscalía".

Afirmó que por su condición de político tiene "un plus de responsabilidad para dar las explicaciones que sean oportunas" y sobre las peticiones para que dimita comentó que "entran dentro de lo normal. En ese tipo de cuestiones siempre hay un juego político".

Por otro lado, José Manuel Soria dijo que no tenía "ninguna constancia" de la solicitud de comparecencia en el Congreso de los Diputados realizada por el PSOE, Podemos y el Grupo Mixto, si bien aclaró que "el Gobierno en funciones no tiene por qué comparecer puesto que no tenemos la confianza del Parlamento".