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El ministro de Industria en funciones no puede cesar ni dimitir

Soria, como el resto del Gobierno, permanece en funciones a la espera de un relevo - La única forma posible es una renuncia expresa a sus funciones

El ministro de Industria en funciones no puede cesar ni dimitir

Irse, marcharse, renunciar o, si se opta por un uso canario de la lengua, mandarse a mudar, pero ni dimitir ni cesar. Los dos últimos son verbos inconjugables en el caso del ministro en funciones de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ya que, como el resto del Gobierno de Mariano Rajoy, cesó en sus funciones dos días después de las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015.

"Vengo en declarar el cese de los siguientes miembros del Gobierno, que continuarán en funciones" hasta el momento en que se desenrede la actual madeja política y el país vuelva a tener un Ejecutivo central. Así reza el real decreto 1168/2015, rubricado por el presidente español del Ejecutivo central. Tampoco cabe entonces la dimisión. ¿De qué puede dimitir quien no ostenta más que de facto y de manera atenuada un cargo? "Lo que está muerto no puede morir", reza una de las frases más célebres de la televisiva serie Juego de tronos, una de las favoritas del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Al ministro canario en funciones le queda solo la vía de la renuncia expresa al ejercicio de las funciones para las que fue designado. En imposibles términos balompédicos, le han marcado gol en el tiempo de descuento, cuando el equipo del que forma parte está disuelto pero tanto él como sus compañeros siguen en el campo porque el siguiente rival no se decide a comparecer.

El trastorno que ha causado en las filas populares la aparición de Soria en los papeles de Panamá va más allá de lo evidente y, en general, de todo aquello que puede observarse en un primer vistazo. Si se marcha, opción que cada vez se defiende con más ahínco dentro del propio Partido Popular (PP), habría que cubrir el hueco que deje. Pero, ante la peculiar situación por la que pasa el Gobierno nadie llegado de fuera puede asumir ahora su cargo.

Las competencias de Soria -Industria, Energía y Turismo- se tendrían que repartir entre los integrantes del Ejecutivo en funciones. Todos se convierten en involuntarios aspirantes al total o una parte de las atribuciones que dejaría huérfanas la marcha de José Manuel Soria. Rajoy baraja, en el caso de que se acabe forzando su renuncia o que esta sea voluntaria, que sea Luis de Guindos, responsable de Economía, quien se haga cargo de las atribuciones del canario hasta que se tome posesión un nuevo Ejecutivo.

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