La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista a Jesús Sánchez-Quiñones

"La economía crece porque está dopada con la política de tipos bajos del BCE"

"El cambio de política de los bancos centrales tendría consecuencias negativas para el crecimiento", asegura el director general de Renta 4 Banco

El director general de Renta 4 Banco, Jesús Sánchez-Quiñones. QUIQUE CURBELO

¿Qué debe hacer un ahorrador ante los tipos negativos?

Es un escenario desconocido para todo el mundo. Los tipos negativos son una anomalía histórica y equivalen a tener un local, alquilarlo y tener que pagar al inquilino por utilizarlo. Eso se escapa de la forma de razonar a la que estamos acostumbrados.

¿Provoca eso escalofríos en quienes quieren invertir?

Ya le digo que no estamos acostumbrados a pensar en tipos negativos, como tampoco lo estamos a hacerlo en rentabilidades reales y no nominales.

Explíqueme la diferencia.

Deberíamos ver cuánto nos generan nuestros ahorros e inversiones descontando la inflación. Si esta es superior al beneficio, aunque estemos obteniendo un rendimiento perdemos poder adquisitivo. Ahora se da la circunstancia de que tanto los tipos como la inflación son negativos.

¿Están intranquilos los clientes con los que habla?

Lo más importante ahora mismo es ser muy pedagógico y no decir a los ahorradores e inversores lo que quieren oír, sino la realidad. Si las letras del tesoro dan una rentabilidad negativa y ocurre lo mismo con los bonos de la mayoría de los países europeos hasta los seis años, eso quiere decir que las rentabilidades que se han obtenido en el pasado sin prácticamente asumir riesgos, simplemente depositando el dinero en el banco, han pasado a la historia.

¿Hay que asumir riesgos?

Quien quiera obtener una rentabilidad, sí, pero es importantísimo que cada persona asuma los riesgos que le permitan dormir tranquilo. A eso le llamamos el umbral del sueño.

¿Qué peligro conlleva superar ese umbral?

Si alguien invierte en un producto cuya valoración sufre oscilaciones que le impiden dormir, empíricamente va a vender en el peor momento. Hay que ser muy consciente de la existencia del binomio inseparable rentabilidad-riesgo. Los fondos de inversión a día de hoy, excepto los monetarios, pueden aportar rentabilidad en un determinado periodo, pero van a sufrir oscilaciones. Solo debe invertir en ellos quien sea capaz de soportarlas. Lo que ya no es posible es obtener rentabilidad sin oscilaciones y si alguien afirma lo contrario, hay que desconfiar de él.

¿Quien no quiere arriesgar entiende que ahora toca no ganar?

El cero es mucho más que el menos cinco. Como decía antes, quien no está preparado para soportar las fluctuaciones va a vender cuando el valor caiga un 5%.

Pongámonos en el caso de que se puede arriesgar. ¿Es también época de oportunidades?

Por supuesto. Dar recomendaciones generales es una frivolidad porque cada uno tiene sus propios plazos y umbrales del sueño, pero con estos movimientos tan bruscos se producen oportunidades notables. En este año ha habido valores de la Bolsa española que se han revalorizado un 50% desde los mínimos. Son momentos para sangre fría y asesoramientos adecuados.

Los sistemas tienden a corregir sus anomalías. ¿Por qué no ocurre con los tipos negativos?

Hay que ser conscientes de que esto no responde a la oferta y la demanda, sino que se deriva de la intervención del Banco Central Europeo (BCE), en el caso de Europa. Es quien pone los tipos en negativo y compra cantidades ingentes de bonos, 80.000 millones de euros al mes. Son tipos intervenidos.

¿Y cuánto va a durar?

Lo que quiera y pueda el BCE. Su objetivo es tener controlada la inflación cerca del 2% pero por debajo. Ahora estamos en niveles muy inferiores, básicamente por la caída del precio del petróleo y el conjunto de los precios energéticos. Si se produce una subida en este ámbito, que no tiene por qué llegar a los niveles anteriores, la inflación va a crecer y cuando lo haga, que no se espera sea a corto plazo, al BCE no le va a quedar más remedio que subir los tipos. En absoluto es una situación permanente.

¿Si el BCE deja de empujar, todo vuelve a desmoronarse?

Ahora mismo la preocupación de los grandes bancos centrales no es la inflación, sino la deflación, que no parece que vaya a ser el problema en el próximo año. Lo cierto es que parece difícil que esos bancos centrales puedan volver en un corto plazo a la normalidad de los tipos de interés. En Europa hay algo más de crecimiento porque el petróleo está barato y eso se traduce en un menor gasto para las familias y empresas, que también obtienen un respiro por los tipos de interés bajos. Todo eso anima el consumo. Si aumentan los tipos de interés, no cabe duda de que el crecimiento se vendría abajo.

Algún día los bancos centrales desharán posiciones. ¿Qué pasará entonces?

Se han metido en una política de la que tienen muy difícil salida sin consecuencias realmente negativas para el crecimiento económico.

¿Entonces el crecimiento de la economía no es real?

Estamos en una economía dopada con esos tipos de interés bajos. Se espera que se mantengan durante años, pero no van a ser eternos. Habrá que ver si durante el tiempo que estén en vigor, los distintos gobiernos hacen las reformas estructurales necesarias para que pueda haber más crecimiento.

¿Qué reformas?

Liberalizar las economías y reformar las cuentas públicas. Hay que saber si gastar más de lo que se ingresa redundará en inversiones que garanticen un mayor crecimiento futuro o si se hace simplemente para atender el gasto corriente.

La Reserva Federal (Fed) estadounidense ya ha subido tipos. ¿Se pensarán volver a hacerlo o es un camino inevitable?

Subirlos del 0,25% al 0,50% es un cien por cien, pero siguen en niveles ínfimos. De todos modos, las expectativas sobre nuevas subidas son cada vez menores. Los incrementos de la Fed afectan muy negativamente a los países emergentes, va a tener mucha precaución en volver a aumentarlos. Eso siempre que la inflación no suba excesivamente, porque si lo hace, no quedará otro remedio. Los salarios crecen por encima del 2% y la inflación subyacente -sin energía y alimentos frescos- está también por encima de esos dos puntos.

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