El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, acabó ayer de un plumazo con la política de pies de plomo que Europa mantiene con la locomotora alemana y lo hizo para defender la independencia del banco emisor. Después de anunciar ayer que el consejo de la entidad había decidido mantener el tipo oficial del dinero en el 0% y que continuará cobrando a los bancos el 0,40 % por los depósitos a un día en la entidad monetaria, no le dolieron prendas para contestar con dureza al ministro de Finanzas germano, el cristianodemócrata Wolfgang Schäuble, quien recientemente criticó que los tipos de interés estén tan bajos.

El BCE "tiene el mandato de proporcionar estabilidad de precios para toda la zona del euro y no sólo para Alemania. Este mandato está establecido por ley y nosotros obedecemos a la ley y no a políticos", sentenció Draghi.

Schäuble había dicho que no estaba contento con los bajos tipos de interés del BCE, y que igual que a él la medida preocupa a muchos alemanes, que consideran que están erosionando sus ahorros y fondos de pensiones. Responsabilizó también al BCE en un 50 % del auge en Alemania del AfD, un partido euroescéptico, que se opone a la llegada de inmigrantes al país y que ha logrado un fuerte éxito en las recientes elecciones regionales de tres estados federados.

Según Draghi, el consejo también fue unánime en apoyar como adecuada la política monetaria expansiva que está aplicando el BCE. Sin embargo, Draghi había reconocido en marzo que cuando se aprobó el aumento de la dosis el respaldo había sido no total sino de una amplia mayoría.

El presidente del BCE desmintió que el eurobanco haya considerado la opción de recurrir al "helicóptero de dinero", inyectando directamente euros a los estados o a los ciudadanos para promover la inflación y neutralizar el riesgo de deflación. "Es un concepto "muy interesante" a nivel académico, pero "lleno de dificultades", y con gran complejidad técnica en su aplicación, dijo Draghi, quien sostuvo que el BCE recurrirá a todos sus instrumentos para acercar la inflación al 2%.