Los fabricantes de vehículos Audi, Porsche, Mercedes, Volkswagen y Opel deberán someter a revisión 630.000 coches a raíz de un estudio encargado por el Ministerio de Transportes alemán tras el escándalo de las emisiones. El Ejecutivo germano ha detectado que en varios modelos "a ciertas temperaturas se desconecta progresivamente la limpieza de las emisiones".

Tras destaparse el caso de los motores trucados de Volkswagen el año pasado, el Ministerio de Transportes encargó a la Oficina Federal de Vehículos a Motor estudiar los niveles de emisiones de gases de 50 modelos de una veintena de fabricantes tanto alemanes como extranjeros. En noviembre, tras analizar unos dos tercios de todos los modelos, el organismo alemán ya avanzó que había detectado valores de emisiones de gases por encima de lo permitido en varios fabricantes.

Esta alerta saltó el mismo día que Volkswagen anunció unas pérdidas de 1.582 millones durante el año pasado, en comparación con las ganancias de 10.847 millones de un año antes, debido a que tuvo que realizar unas provisiones extraordinarias a causa del impacto del caso de los motores trucados. La facturación alcanzó los 213.292 millones, un 5,4% más.