CC OO y UGT señalaron ayer que las celebraciones de este Primero de Mayo tienen una "clara intencionalidad política" y deberán suponer para los partidos un punto de inflexión y la apertura de un debate para el giro social.

Los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez, respectivamente, presentaron los 76 actos que tendrán lugar en toda España en el Día del Trabajo. Ambos coincidieron en que las manifestaciones serán una "plataforma" para el cambio profundo de las políticas económicas y, por ello, quieren que sus reivindicaciones marquen el inicio de la campaña electoral.

En concreto, Toxo consideró que en estos meses de negociaciones "ha faltado generosidad" en las distintas formaciones políticas y apeló a que la sociedad española no interiorice esto y opte por la abstención.

Por ello, Toxo abogó por la participación y recordó que la sociedad española se juega mucho estas próximas elecciones porque los problemas, "lejos de desaparecer, están ahí".

"Sería un drama", continuó, "que la campaña electoral repetida discurriese buscando culpables". Toxo insistió en que, en su opinión, el Primero de Mayo es una "magnífica plataforma" para animar a los partidos a "ensayar la vía del acuerdo" y durante el proceso de campaña "se hablen de los problemas reales que afectan a la sociedad española".

En la misma línea, el líder de UGT reiteró que la abstención "no es una opción válida" y recordó que es una de las pocas ocasiones en las que vale lo mismo "el voto de un empresario, un parado o un multimillonario".

En definitiva, Álvarez incidió en que se trata de conseguir que el debate que surja después del 1 de mayo, el de las elecciones generales, "esté lleno de nuestras reivindicaciones".

Por ello, sostuvo que este Primero de Mayo también deberá situar de forma clara "la rotunda oposición" de los sindicatos al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, porque, a su juicio, "daña de forma irreversible" los derechos laborales y sociales.

Álvarez también recalcó que este Primero de Mayo tiene que suponer "un paso definitivo" para la derogación de las dos reformas laborales y situar, de forma "clara y directa", las reivindicaciones de los sindicatos para crear empleo.

Así, hizo hincapié en la necesidad de un plan de choque por el empleo pero también políticas como un puente para la jubilación para mayores de 55 años o la apuesta generalizada por el 'contrato relevo'.

A medio plazo, Álvarez también apostó por un plan estratégico por la industria, que es donde se generan, según explicó, empleos de calidad.