Los sindicatos UGT y CCOO han advertido hoy de que en Canarias se registraron el año pasado 57.667 accidentes laborales, un 4 por ciento más que en 2014, y se contabilizaron 24 fallecimientos en el trabajo, unos datos a su juicio intolerables y que ninguna sociedad sana debería aceptar.

Los máximos representantes de los sindicatos en el archipiélago, Gustavo Santana (UGT) y Carmelo Jorge (CCOO), facilitaron hoy en rueda de prensa las estadísticas correspondientes a la siniestrabilidad laboral en el archipiélago con motivo de la celebración del Día Internacional de la Salud Laboral.

Al respecto, Gustavo Santana detalló que por sectores, los siniestros laborales se han incrementado en un 9,74 por ciento en agricultura y pesca y se han reducido en un 3,42 por ciento en industria, mientras que en construcción han aumentado en un 0,87 y en servicios un 0,66 por ciento, respectivamente.

Por provincias, en Las Palmas se han registrado 30.882 accidentes laborales y 26.785 en la de Santa Cruz de Tenerife.

El secretario general de UGT en Canarias advirtió también de que hay una bolsa oculta de accidentes laborales no contabilizados por producirse en la economía sumergida.

Carmelo Jorge, secretario general de CCOO en las islas, dijo que la seguridad laboral es un derecho fundamental porque "cuando salimos a trabajar, debemos regresar a casa" sanos y salvos y la cifra de siniestralidad registrada en Canarias "es incompatible con una sociedad" cuya principal actividad económica no está relacionada con la industria o manipulación de mercancías peligrosas, sino con los servicios.

Cuando se produce un accidente en el trabajo "hay una causa y hemos fallado todos", puesto que tiene que ver con la prevención y organización laboral, y si como consecuencia además fallece un trabajador la situación es "insoportable", añadió Jorge.

Afirmó también el dirigente sindical que en España se ha multiplicado por dos el número de suicidios desde el inicio de la crisis y por cuatro el consumo de ansiolíticos, y argumentó que la precariedad y la inseguridad laboral se trasladan también "al proyecto de vida de las personas".

Lo único que se ha recuperado es el margen de los beneficios empresariales, continuó Jorge, pues los salarios, los contratos y la calidad de vida de los trabajadores siguen deteriorándose.

Gustavo Santana atribuyó esta situación a la reforma laboral, cuyos recortes han provocado "que a los sindicatos se nos enciendan todas las alarmas", y reprochó al Gobierno de Canarias que incumpla la demanda sindical de que multe a las empresas que incurran en malas prácticas en este ámbito.

"Los datos siguen siendo alarmantes y necesitan un freno", añadió Santana, para quien es necesario cambiar el marco jurídico que regula las mutuas y los servicios de prevención.

Agregó asimismo que hay "una cultura empresarial" según la cual la salud de los trabajadores y la prevención es algo "pírrico" y detalló que en 2016 se cumplen veinte años de la ley estatal de prevención de riesgos laborales "y se han roto todos sus principios" porque con la crisis ha llegado "la economía del sufrimiento".

Respecto a los servicios de inspección laboral, Carmelo Jorge consideró que las campañas que anuncia el Gobierno regional están bien para los titulares pero "suele ser más eficiente" el que esta labor se haga de forma discreta y silenciosa, y añadió que lo anormal es que esta tarea tenga tan pocos recursos y medios.

Apuntó también que este problema no se soluciona sólo con represión, sino la implicación de todos los agentes sociales, y Gustavo Santana coincidió en que en cuanto desaparece la inspección, aumenta incluso la economía sumergida, que también es competencia desleal a quien quiere trabajar desde la legalidad.