La Provincia - Diario de Las Palmas

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El debate interminable

Canarias no termina de redefinir su futuro modelo turístico - Hay muchas discrepancias, pocos acercamientos y cuestiones clave que ni se discuten

Vista aérea de la costa de Maspalomas con el faro al fondo.

Una sucesión de jornadas, congresos, encuentros y conferencias sobre el turismo y su necesidad de renovación se han sucedido a lo largo de esta semana en Canarias. Profesionales del sector, empresarios, políticos y académicos vienen, de hecho, protagonizando desde hace meses un amplio debate que pone en evidencia que no hay en absoluto unanimidad sobre cuál debe ser el modelo turístico de futuro de las Islas. Y cuáles son las soluciones a los problemas y retos que tiene ante sí el sector: "Todas las industrias se renuevan sin tanto debate. Sin embargo la renovación turística de Canarias está siempre inmersa en el debate", acertó a resumir Fernando Fraile, el máximo representante de los hoteleros de la provincia de Las Palmas, en las jornadas de Rehabilitación y Modernización Turística celebradas el pasado lunes en la capital grancanaria.

Ese mismo día y en la misma ciudad, el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ofreció una conferencia en la que dedicó una buena parte a analizar el turismo. Concluyó que "cada isla debe buscar su propio desarrollo turístico" y consideró que "es bueno que Gran Canaria y Tenerife compitan". Mientras él hablaba en la capital grancanaria, al sur de su isla viajaron tres alcaldes canariones -Las Palmas de Gran Canaria, San Bartolomé de Tirajana y Mogán- para asistir a un mismo foro: el Congreso Internacional de Turismo de Arona.

En todos estos encuentros se reprodujeron análisis y discusiones, más o menos acaloradas, sobre "la cuestión turística". Es decir: moratoria sí, moratoria no. El poco o mucho empleo que crea la industria y su precarización en pleno auge. La formación profesional, la carencia idiomática y su falta de recursos para impartirla en condiciones en Canarias. La maraña burocrática. Etcétera.

El esfuerzo y el resultado

Lo cierto es que se habló mucho del turismo esta semana que termina. Y la pasada. Y la anterior. De hecho, desde hace meses se ha intensificado de forma significativa la organización de conferencias, seminarios, tertulias, congresos y foros de índole turística. En ellos se ofrecen cifras, datos y tendencias; se diseccionan los problemas que afectan al sector y se presentan propuestas de solución, más o menos clarificadoras. Alguna intervención sorprende por lo novedoso y lúcido del planteamiento, mientras otras reproducen manidas réplicas y contrarréplicas. Pero, ¿qué resultados reales ofrece este amplio y exhaustivo esfuerzo colectivo por entender y mejorar el turismo?

"Les suelo contar a mis alumnos que el turismo es un elefante que antes caminaba y ahora tiene que correr", contó el profesor Moisés Simancas, adscrito a la Cátedra de Turismo de la Universidad de La Laguna. Correr para adaptarse a lo que demanda el turista de nuevo perfil y las últimas tendencias del mercado.

La defensa que hizo Carlos Alonso por la competitividad como factor de mejora de la calidad de los destinos está vinculada, precisamente, a la capacidad de cada uno de estos destinos para desarrollar los nuevos productos que demanda el mercado en cada momento histórico. Y esta capacidad está a su vez condicionada por el marco legislativo, que en Canarias ha estado marcado en los últimos quince años por la implantación de las denominadas moratorias.

Cuando se bloquearon las inversiones, Tenerife ya se había dotado del producto más demandado por los turistas: el hotel de cuatro y cinco estrellas. Gran Canaria sin embargo no. En torno a este diferente desarrollo turístico de ambas islas giró el pulso que mantuvieron, en el debate del lunes, Fernando Fraile y el diputado Luis Campos. Frente a la defensa que el representante de Nueva Canarias hizo de las moratorias, el empresario preguntó: "¿Quién impulsó la moratoria? Sólo basta mirar las camas que hemos perdido en Gran Canaria y las que se han ganado en Tenerife en la era de las moratorias para que sepamos quién la impulsó".

El caso es que Gran Canaria, con una oferta extrahotelera mucho más amplia, no pudo o no supo dotarse a tiempo de una planta alojativa adaptada a las nuevas demandas y la moratoria le cogió con un producto en gran medida ya desfasado. En los quince primeros años de este milenio, ambos destinos han evolucionado hasta concentrar Tenerife el 36% del total de plazas hoteleras de Canarias, frente al 26,6% de Gran Canaria. En las extrahoteleras, sin embargo, el porcentaje se invierte: el 38,7% y 29% respectivamente.

Cambiar, ¿hacia dónde?

Por todo ello, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas acusó a los distintos Gobierno de Canarias de "haber engañado a los empresarios" y narró las sucesivas "decepciones que hemos sufrido tras cada reforma de la ley turística". Fernando Fraile abogó, finalmente, por "acabar de una vez por todas con las moratorias". Ese mismo día, sin embargo, su homólogo de Tenerife defendió en otro foro turístico justo lo contrario. "Es el momento de renovar lo viejo antes de construir lo nuevo", reiteró el presidente de Ashotel, la patronal hotelera de la provincia tinerfeña.

Jorge Marichal advirtió que el crecimiento del turismo canario no se está produciendo por méritos propios, sino por las dificultades de otros destinos. Y añadió que "este es el tiempo del cambio", pero precisando que dicho cambio no puede llegar por otra vía que "la renovación". "Hay financiación barata y están las herramientas para impulsarla: los Planes de Modernización y Mejora". Marichal pidió al Gobierno de Canarias el impulso de los PMM paralizados y le criticó abiertamente por anteponer la consecución del ITE al desbloqueo de mil millones de euros en inversiones a la renovación a través de estos planes.

Fuera del debate

"Hay que abrir un debate sobre el futuro del turismo", insistió por su parte el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, al inaugurar las jornadas de Rehabilitación y Modernización Turística. Y puso, en su breve alocución, el acento en dos cuestiones: acabar con la maraña burocrática y el reducido consumo del territorio que realiza la actividad turística.

También el diputado Miguel Jorge Blanco centró su análisis en los problemas normativos: "No voy a engañarles, soy del PP y por lo tanto mi intervención es previsible. Como todos saben estamos claramente contra las moratorias".

Pero previsibles resulta no sólo su posición, sino la mayoría de intervenciones políticas y empresariales que se reproducen en torno al turismo: "Entre la moratoria y liberalización, ¿no hay un campo para la negociación?", medió el moderador de las jornadas, el periodista Armando Camino.

La realidad es que el sector público canario y el sector turístico, más que dialogar,se echan pulsos. Y si las posibilidades de entendimiento son difíciles al máximo nivel, las tensiones con los técnicos son aún mayores: "Nos ha resultado imposible pactar con la Administración ni siquiera determinadas dispensas a algunas normas y reglas para la renovación, algunas excesivas y hasta absurdas", se lamentó Fernando Fraile.

Las conclusiones de los debates que se multiplican en torno al turismo están, en definitiva, poniendo en evidencia que hay muchas discrepancias, pocos acercamientos y hasta cuestiones claves que ni siquiera se discuten. Por ejemplo, la denominada gobernanza integral del turismo. "Tenemos muchas dificultades para gestionar el turismo en Canarias", reconoció Jorge Marichal. Y añadió: "La comercialización sigue concentrada en manos extranjeras, porque el empresariado canario ha crecido horizontalmente pero no verticalmente". Otros destinos, lo han resuelto creando organismos de gestión público-privado, donde se consensúan y cofinancian las acciones.

Para el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, la gobernanza del turismo pasa por "contar con un liderazgo institucional fuerte, porque somos un sector no homogéneo, integrado por intereses distintos y a veces encontrados". La consejera de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, María Teresa Lorenzo, ya ha anunciado por su parte la elaboración de un plan estratégico del turismo canario, con el objetivo de alcanzar consensos que hasta ahora no han sido posibles.

Mientras, el sector turístico canario sigue en su laberinto, con el agravante de que nuevos fenómenos como la irrupción del alquiler vacacional y la residencialización, distorsionan aún más su futuro. En el cierre de su intervención en el Congreso Internacional de Turismo de Arona, el alcdel de Adeja José Miguel Rodríguez Fraga se preguntó: "Llevamos 20 años hablando de la necesidad de que la sociedad canaria sea bilingüe y de otras carencias del turismo. ¿Por qué si todos lo tenemos tan claro, no avanzamos nada?".

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