La empresa familiar española da un aprobado a la coyuntura económica del país y un suspenso rotundo a la situación política, por lo que insta a retomar la estabilidad para poder apuntalar el crecimiento y la creación de empleo. Esos son los resultados más significativos de una encuesta realizada ayer en Madrid durante la celebración de la asamblea anual de socios del Instituto de Empresa Familiar (IEF), en la que Ignacio Osborne, consejero delegado del Grupo Osborne, tomó posesión como nuevo presidente de la asociación empresarial. El encuentro se cerró con una conferencia del embajador de China en España, Lyu Fan, en la que expuso el plan estatal de reordenación de los sectores de producción de acero y carbón que afectarán a 1,8 millones de trabajadores cuyos empleos serán "reconvertidos" mediante una inversión de 13.922 millones de euros.

Los miembros del Instituto opinan que la situación económica española ha mejorado al valorarla con 5,46 puntos sobre 9, mientras que en 2015 dicha puntuación se quedó en un 5,15. Más pesimista fue la percepción sobre la situación política, que apenas alcanzó el 2,2 sobre 9, mientras que en 2015 se situó en 2,98 puntos.

El 81% de los encuestados espera un moderado aumento de la actividad en el corto y medio plazo, con una limitada creación neta de empleo, mientras que otro 15% aguarda un crecimiento frágil y el 4%, un aumento rápido de la actividad y creación intensa de puestos de trabajo. Asimismo, el 78% de los empresarios consultados espera un aumento de sus cifras de ventas en 2016 y un 18% confía en que se mantengan estables. En un horizonte de tres años, estos porcentajes son del 83% y el 13%, respectivamente.

Ignacio Osborne señaló que el resultado de la encuesta, sobre todo en lo que respecta a la política, "es la constatación de que vivimos una situación anómala que no resulta positiva para España. Lo peor para el empresario, igual que para el ser humano, es la incertidumbre. La actividad económica y la creación de empleo necesitan un escenario político, fiscal y de gestión administrativa claro y estable". En esa línea, Osborne abogó por un mayor control del déficit público y "la creación de un marco legal que no desincentive el crecimiento empresarial".

Osborne realizó ese análisis durante su primera intervención como presidente del Instituto de Empresa Familiar tras tomar el relevo de Javier Moll, presidente del grupo Prensa Ibérica, al que pertenece LA PROVINCIA/DLP.

Moll calificó el balance de sus dos años de gestión -los estatutos del IEF limitan las presidencias a un único bienio- de "muy positivo". "Hemos conseguido los objetivos que nos habíamos propuesto y creo que la empresa familiar está en una forma extraordinaria y genera una percepción social muy positiva". Sobre las perspectivas económicas del sector cara al futuro, el presidente de Prensa Ibérica se remitió a los resultados obtenidos en la encuesta realizada en la asamblea: "Es una visión muy positiva con un aprobado alto (5.46 sobre 9), por lo que hay un ambiente muy optimista respecto al futuro". Durante su presidencia, el IEF publicó el estudio "La empresa familiar en España", un compendio de datos basado en una muestra total de 250.000 empresas que radiografía al sector.

En el discurso ante la asamblea del Instituto, su nuevo presidente, Ignacio Osborne, reivindicó la figura "del empresario honesto, creador de riqueza, que asume riesgos, comprometido con España, con el progreso y con las nuevas generaciones", y recordó que las empresas familiares" crean el 70% del empleo privado en España. Osborne señaló como los principales retos de las empresas familiares el crecimiento en volumen y la mejora en la rentabilidad.