La Audiencia de Madrid ha condenado a seis años de prisión y a una multa superior a los 11 millones de euros al empresario canario Sixto Delgado Coba, uno de los españoles que aparecían en la lista Falciani, un documento que, a tenor de la sentencia, llegó legalmente a las autoridades fiscales españolas.

La Audiencia condena al empresario por dos delitos contra la Hacienda Pública cometidos en los años 2005 y 2006, periodos en los que habría defraudado 2,8 millones de euros.

Ingeniero industrial, Delgado de la Coba está jubilado desde 2009. Durante dos años, después de haber dejado su puesto de trabajo en Repsol en 2000, cobró la prestación por desempleo pese a que había acumulado más de 5,2 millones en un banco suizo sin que hubiera tributado jamás ni en España ni en el país helvético.

Los jueces han rechazan la pretensión del acusado de que el proceso fuese anulado por la exclusión de la prueba de la que partía, la lista Falciani sobre los titulares de cuentas en el HSBC de Ginebra (Suiza), entre los que se encontraba el acusado, al considerar que el origen de la misma es ilegal. Esta fue sustraída del banco por el informático italiano Hervé Falciani que la entregó a la justicia francesa. En ella aparecen los nombres de 130.000 de presuntos evasores fiscales de los que 659 son españoles.

El tribunal desestima la petición de Delgado -que se apoyaba en la doctrina del árbol envenenado que establece que la nulidad de la prueba base invalida todo el proceso- al entender que los documentos llegaron a España al amparo de la normativa internacional, es decir, entregadas por las autoridades galas a las españolas, sin que se rompiera la cadena de custodia.

La Audiencia toma esa decisión de acuerdo con el criterio del fiscal y del abogado del Estado, que habían solicitado para el acusado ocho años de prisión, y de resoluciones judiciales previas.

Una vez rechazada esa petición, los jueces de la Audiencia Nacional consideran probado que el acusado utilizaba tres sociedades pantalla para ocultar sus activos.

Delgado de la Coba, en su calidad de parado, declaró ingresos de 15.054 euros en 2005 y 41.297 euros en 2006, debiendo ingresar a Hacienda 722 euros en el primer caso y 3.460 en el segundo. Pero al tiempo era titular, individualmente o con otras personas, de varias cuentas en el HSBC cuyo único objetivo era mantener sus fondos ocultos al fisco. Su saldo conjunto era de 4,9 millones de euros a finales de 2005 y de 5,2 millones a finales de 2006.

La Audiencia recalca en su sentencia que el empresario canario jamás declaró ese dinero ni pagó impuestos por ello, ni en España ni en Suiza.

Según la Agencia Tributaria, debería haber pagado 2,2 millones de euros correspondientes al año 2005 y 576.811 euros en la segunda anualidad. Por ello, además de la pena de prisión, la Audiencia de Madrid condena al procesado al pago de una multa del cuádruplo de la cantidad defraudada, es decir 11,3 millones de euros.

Delgado, vecino de Las Palmas de Gran Canaria, es el cabeza visible de la bodega Hoyos de Bandama, en la Caldera de Bandama. Entre los años 2011 y 2013, cuando en los juzgados de Madrid en los que se inició la causa ya se conocía el tamaño del fraude, recibió 489.295 euros en ayudas de Europa y el Gobierno de España para la modernización del negocio vitivinícola.

Delgado no era el único canario en la lista Falciani. En ella aparecían también el médico Eufemiano Fuentes y el abogado Juan Arencibia Rodríguez.