El Ministerio de Fomento, a pesar de actuar en funciones, tiene la intención de comenzar esta misma semana conversaciones con las autoridades europeas a fin de poner en práctica una suerte de tarifa plana para los vuelos entre islas. Despejadas las dudas que suscitó la indefinición de la ministra Ana Pastor, que omitió citar a Canarias cuando avanzó el inicio de negociaciones con el Govern balear, el Ejecutivo estatal parece dispuesto a esforzarse en hacer realidad la propuesta que la diputada Ana Oramas llevó al Congreso el último abril. Estos primeros pasos para acabar con la máxima de que es más barato volar de Lanzarote a Londres que de Lanzarote a El Hierro, por ejemplo, han generado apoyos y dudas casi por partes iguales. "Parece que puede ser positivo", resumió el presidente de Ashotel, Jorge Marichal. Y no es el único que juzga que la medida podría parecer positiva, pero solo parecerlo.
El principal representante de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro considera que la tarifa plana redundaría, cuando menos en principio, en beneficio del turismo interior, si bien puntualizó que el problema de los precios obedece a la situación de "seudomonopolio" que existe en el sector del transporte aéreo en el Archipiélago. "Puede haber muchas dificultades, puesto que prácticamente hay un monopolio", ahondó Marichal, que apostaría, antes que por la tarifa plana, por intentar introducir la competencia necesaria para que los precios estén en un margen "razonable".
Desde la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas, su presidente, Fernando Fraile, recuerda los avatares del sector a lo largo de los últimos años, una serie de cambios (entre ellos el adiós de la aerolínea Islas Airways) que ha desembocado, en definitiva, en una situación en la que Binter es actor protagonista y casi único. Ante esta realidad, Fraile pone énfasis en que la competencia "no se puede forzar artificialmente", de modo que, en tales circunstancias, ve positiva la idea de que la tarifa plana dé el salto de la telefonía al transporte aéreo. "Creo que la tarifa plana es algo bueno", insiste el presidente de la FEHT, que explica que las cifras de movilidad interinsular son altas, fundamentalmente entre las islas capitalinas, aunque reconoce las mayores dificultades que sufren los ciudadanos de las periféricas. "Todo lo que sea favorecer la movilidad y abaratar el coste de los billetes va a dar mayor crecimiento y posibilidades al turismo", argumenta.
De entrada, cabría deducir una adhesión incondicional de las organizaciones de consumidores a la propuesta de Oramas, sin embargo, hay también cierto recelo hacia cómo se aplicaría la medida. Raúl Alonso, uno de los portavoces de la Unión de Consumidores de España (UCE) en las Islas, ahonda en las dudas y también da un sí con observaciones. "Estaremos de acuerdo siempre que se den dos condiciones: primero, que no suponga el encarecimiento de algunos vuelos, es decir, que no se iguale por arriba; y segundo, que no se pierda el carácter de servicio público", advierte.
Alonso hace hincapié en la posible incompatibilidad de la tarifa plana con las obligaciones de servicio público, las OSP, que son las que posibilitan el mantenimiento de vuelos abiertamente deficitarios y que, por tanto, el mercado no ofertaría sin intervención de la Administración. Asimismo aclara que la iniciativa tendría poco sentido si para abaratar determinadas rutas, por ejemplo las que se siguen para unir las islas periféricas de ambas provincias, se acabara por incrementar los precios de aquellas más económicas. "Eso de sumamos y dividimos entre siete puede beneficiar a algunos usuarios en detrimento de otros, que podrían tener que pagar más por un billete para compensar la bajada de precios en los otros vuelos", manifiesta el representante de la UCE. En cualquier caso, hay que recordar que otras organizaciones, como la Asociación de Consumidores y Usuarios de Lanzarote, vienen denunciando desde hace tiempo la "desprotección" ante las elevadas tarifas.
Sea como sea, y de momento, el Gobierno de Canarias parece haber hecho suya la histórica reivindicación del Ejecutivo regional, y los primeros pasos se darán estos días en Bruselas.
