El abrupto cierre del grifo del crédito bancario fue una de las primeras consecuencias de la crisis. Las mismas entidades que en el período de bonanza habían prestado dinero a diestro y siniestro negaban operaciones que entrañaran cierto riesgo, por pequeño que éste fuera. Incluso hoy, con la crisis superada, al menos en cifras macroeconómicas, el sector tiene muchas reticencias. Cajasiete se posiciona como una excepción de esa política de contención generalizada. La sociedad cooperativa aumentó el año pasado en un 8,4% el volumen de los préstamos a su clientela. Un incremento que, además, también se produjo en el ejercicio de 2014, aunque menos acentuado.

El director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Cajasiete, José Manuel Garrido, a quien acompañó el gerente del área de Proyectos, Carlos González Delgado, fue ayer el encargado de avanzar los grandes números de las cuentas anuales que la asamblea de la entidad aprobará este viernes. Unas cuentas, las de 2015, en que destaca ese aumento del crédito en más de ocho puntos, dato que contrasta con la generalidad del sector, que aunque comienza a conceder préstamos, dista mucho de hacerlo en las cantidades de los años precrisis.

En el caso particular de la cooperativa canaria, el total del crédito concedido pasó de sumar 1.072 millones de euros al finalizar 2013 a contabilizar prácticamente 1.100 al término del siguiente ejercicio. Una cantidad que se disparó hasta 1.192 millones ya en 2015. En definitiva, un incremento interanual de 92,6 millones de euros.

Con todo, la antigua Caja Rural de Tenerife no ha visto mermar ni la tasa ni la cobertura de morosidad. De hecho, ambas mejoran. Respecto a la tasa de morosidad, es decir, el porcentaje de los préstamos de dudoso cobro sobre el total, se ha reducido a menos de un 9%, cuando llegaba a un 10,5% en 2014. Además, la tasa de cobertura para insolvencias es de casi un 72%, cerca de 12 puntos superior a la registrada en las cuentas anuales de 2014.

Garrido también adelantó los números de los depósitos y la cifra de negocio. Esta última supera ya los 3.000 millones de euros, si bien este crecimiento no tiene correspondencia con el volumen de los fondos que la Administración Pública y los sectores residentes (familias y empresas) han confiado a la entidad. Los 1.582 millones de euros que los depósitos sumaban al cierre del ejercicio 2014 eran 1.546 millones a 31 de diciembre de 2015. Un leve decremento que José Manuel Garrido atribuye a la caída de los depósitos de la Administración, que, en cambio, habían aumentado sobremanera un año antes.

Cajasiete cerró 2015 con un beneficio antes de impuestos de casi 6,5 millones (2,2 millones en 2014 y menos de 1,6 en 2013). Sus recursos propios llegan a 125,4 millones, alrededor de 50 más que lo que le exige el Banco de España.

Red de oficinas

Garrido y González explicaron que la entidad cuenta con 94 sucursales repartidas por el Archipiélago. La mayoría, 83, están en la provincia tinerfeña, en consonancia con los orígenes de la sociedad cooperativa. En cualquier caso, son ya 11 las sucursales que tiene operativas en Las Palmas, nueve en Gran Canaria y una en cada una de las islas de Fuerteventura y Lanzarote.

Garrido avanzó que la entidad confía en llegar al centenar de oficinas gracias a nuevas aperturas en la provincia de Las Palmas.

Los representantes de Cajasiete expusieron, en lo tocante a la nutrida red de sucursales en la demarcación de Santa Cruz de Tenerife, que algunas de estas dependencias se mantienen abiertas al público por la "lucha contra la exclusión financiera" que caracteriza, aseguraron, a la cooperativa.

Son oficinas que en algunos casos abren un par de veces a la semana para que los usuarios de lugares aislados y/o rurales no tengan que desplazarse para hacer uso de los servicios. Algunas de estas sucursales son herederas directas de los orígenes de Cajasiete, cuando sus dependencias solían estar en inmuebles anejos a las sedes de las cooperativas agrarias.

Ambos insistieron en el carácter "social" de la entidad, que también durante la crisis continuó con la apertura de nuevas oficinas. Son ya más de 41.000 los socios que están detrás de la marca. La plantilla fija la integran 363 trabajadores, cinco más de los que tenía al cierre del ejercicio de 2014.