Cajasiete incrementó durante el pasado año sus provisiones en un 73,2% hasta los 4,77 millones de euros con el objetivo de garantizarse un futuro en el que podrá continuar caminando en solitario. Esa independencia es uno de los principales valores que exhibe la cooperativa de crédito, de ahí que aumente su protección frente a operaciones dudosas e imprevistos.
"Queremos depender de nosotros mismos", señaló ayer en la capital grancanaria el gerente de Proyectos de la entidad, Carlos González para explicar el notable salto cuantitativo. La baja exposición al ladrillo en los años previos a la crisis, "la prudencia", en definición del director de Relaciones Institucionales y Comunicación, José Manuel Garrido, ha permitido que Cajasiete continúe hoy su camino alejada de integraciones y fusiones.
Hace más de dos años, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, anunció cambios en la ley que regula las cooperativas de crédito. Sin embargo, nada ha cambiado desde entonces y la ausencia de Gobierno en España tampoco permite aventurar que las reglas variarán en un plazo corto de tiempo.
A pesar de las recomendaciones de los reguladores español y europeo de sumar músculo financiero, Cajasiete se mantiene en solitario. "Algunos fueron a esos procesos de fusión porque los números les empujaron a ello", explicó Carlos González sobre la grave erosión que el crack de la economía occidental provocó en los balances de varias entidades financieras.
La única vía que la cooperativa de crédito nacida en 1962 en Tenerife exploró en ese campo fue la de la unión con su homóloga de la provincia de Las Palmas, si bien esta última, "por un voto", recordó Garrido optó por integrarse en Cajamar.
Los directivos de Cajasiete, que cuenta con 94 oficinas operativas -doce en Gran Canaria, dos en Lanzarote y otras dos en Fuerteventura- y prevé aumentar esa cifra hasta las cien, explicaron que, "no son una organización no gubernamental" pero sí dotan de un sentido social a la maximización de beneficios. De ese modo se refirieron a medidas como dotar económicamente cada sobresaliente que obtienen los estudiantes con cuenta abierta en la entidad.
"En buena lógica, nos pueden preguntar si no reporta más a nuestro negocio no pagar por las buenas notas e intentar captar las nóminas de esas personas cuando inicien su carrera laboral", señaló el gerente de Proyectos. "Matemáticamente, sí", se autocontestó, "pero nos interesa tener una Canarias mejor".
Sobre el futuro de la economía en las Islas, José Manuel Garrido se mostró "optimista mientras pueda mantenerse" la situación de bonanza en el turismo y continúen apareciendo industrias como la generada en el Puerto de La Luz y de Las Palmas por la llegada de plataformas petrolíferas.
